Ciudad de México (EL UNIVERSAL).- Los medios no los vieron llegar. Arribaron por la parte de atrás del hotel Presidente Intercontinental en Polanco; ese fue el destino de un viaje que duró poco más de una hora y en el que esta noche compartieron asiento a bordo de “La Bestia” los presidentes de México y de Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden. 

La noche de este domingo el Air Force One que transportaba al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en punto de las 19:22 horas, donde fue recibido por el presidente Andrés Manuel López Obrador; el canciller Marcelo Ebrard, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; así como el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma.

El mandatario estadounidense realiza su primera visita oficial a nuestro país con motivo de la X Cumbre de Líderes de América del Norte que comenzará el próximo martes junto con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

La aeronave presidencial aterrizó en la pista 04 izquierda/22 derecha del AIFA, uno de los proyectos insignia de la actual administración. El propio presidente López Obrador pidió que Biden llegara allí y no al viejo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En Estados Unidos tomaron nota, y después de la captura de Ovidio Guzmán, el narcotraficante milenial hijo de “El Chapo”, se anunció que el Air Force One llegaría a Santa Lucía.

Tras descender por la escalinata, a las 19:35 horas, el presidente Biden estrechó de mano el presidente López Obrador.

Luego de intercambiar unas palabras con el embajador Ken Salazar, así como con el Secretario de Relaciones Exteriores, Biden junto a López Obrador caminaron por una alfombra roja resguardados por una guardia militar de honor formada por cadetes del Ejercito mexicano.

Tras el saludo oficial, en punto de las 19:38, ambos jefes de Estado abordaron la limusina Cadillac color negro -mejor conocida como “La Bestia”-, donde permanecieron cerca de cinco minutos esperando a que arrancara y ser transportados a la Ciudad de México.

“La Bestia” es un búnker andante. Una limusina blindada que es considerada el automóvil más seguro del mundo.

Detrás de ellos iban un convoy de al menos 40 camionetas, además de patrullas de la Guardia Nacional -artilladas-; de la policía de la Ciudad de México y del Servicio Secreto de Estados Unidos.

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Debieron llegar a Polanco después de las 21 horas. Nada mal para un trayecto largo y varias veces cuestionado: del AIFA al centro de la Ciudad de México.

¿De qué hablaron los presidentes? De todo, y de nada; de cualquier cosa posible. Hasta ahora no lo sabemos. “Mañana seguiremos conversando”, tuiteó López Obrador minutos después.

Al final AMLO consiguió dar lustre a “su” aeropuerto, tener una entrevista de alto nivel, informal y discreta y la cumbre oficialmente aún no inicia.