La selección cubana de béisbol, que logró el cuarto lugar en la III Copa del Mundo sub-23 disputada en México, regresó este lunes a La Habana con solo la mitad de los integrantes del equipo, después de que doce jugadores hayan desertado durante el torneo.

Aunque en los últimos años las fugas de peloteros cubanos en viajes al exterior han sido frecuentes, la estampida en este torneo con sede en Sonora ha sido histórica, ya que la mitad de le selección isleña, decidió quedarse en CDMX y Sonora.

De los 24 jugadores que componían el conjunto cubano sub-23, la mitad abandonaron la concentración, lo que supone la mayor deserción colectiva de un equipo deportivo cubano en los últimos tiempos.

Las autoridades deportivas locales felicitaron a los que regresaron al país, a quienes agradecieron haberse mantenido “fieles”, según un tuit de la Federación de Béisbol de Cuba. “Nos enorgullece la actitud que ustedes mantuvieron”, declaró, por su parte, el vicepresidente primero del Instituto Nacional de Deportes (Inder), Raúl Fornés, al recibir a la delegación.

Este éxodo de peloteros ha sido el mayor de un equipo cubano en el extranjero. Las autoridades deportivas de Cuba condenaron las deserciones y culparon al Gobierno de Estados Unidos de las mismas,así como de instar a los deportistas a dejar el país para convertirse en profesionales y fichar en las Major League Baseball (Grandes Ligas de EEUU).