A unas horas de dejar el cargo, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, deseó suerte a su sucesora, Rosario Piedra.

“Yo no prejuzgo, yo quiero ser optimista, no prejuzgo. Como dije, le deseo el mejor de los éxitos”, dijo, al presentar la Memoria de Gestión de la CNDH. Reiteró, además, que el principal reto para el organismo es ejercer y defender su autonomía y su independencia.

Cuestionado sobre la renuncia de cinco integrantes del Consejo Consultivo del órgano autónomo por la designación de Piedra Ibarra, consideró que son decisiones individuales de las consejeras y los consejeros y llamó al Senado a cubrir dichas vacantes. “Yo espero que las decisiones individuales de las consejeras y el consejero puedan suplirse en la designación de los nuevos consejeros”, expresó.

Asimismo, comentó que se va del organismo con la conciencia tranquila y recordó que la situación en derechos humanos es complicada. Enumeró casos pendientes por resolver como el operativo en Culiacán, la desaparición de 43 estudiantes de Iguala y las agresiones a la familia LeBarón, así como las consultas a pueblos originarios por megaproyectos.

Luego de las incornformidades por el nombramiento de Piedra Ibarra y su militancia en Morena, González Pérez comentó que el trabajo por el respeto de los derechos fundamentales no debe conocer de ideologías o filiaciones políticas. “El contexto actual que atraviesa el país demanda que nos centremos en el trabajo a favor de la dignidad humana, de los derechos que son inherentes a la misma”, expresó.