El papa Francisco expresó este miércoles su consternación por el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 81 años, quienes ejercían su labor en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua y fueron atacados por sujetos armados el pasado 20 de junio al interior de su templo.

El pontífice se refirió al asesinato al final de la audiencia general de este miércoles, durante sus saludos a los peregrinos de lengua italiana, reporta Vatican News.

“¡Cuántos asesinatos en México! Estoy cerca con afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más, repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta el sufrimiento innecesario”, fueron las palabras del papa Jorge Mario Bergoglio, quien es parte de la Compañía de Jesús.

De acuerdo con el reporte, el papa expresó su “dolor y consternación” por el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y de Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, un guía de turistas que también fue asesinado con los religiosos.

“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo”, aseguró la orden en un comunicado.

La Compañía de Jesús recalcó que estos hechos no son aislados y acusó que la Sierra Tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas.

“Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”, destacó.

Por su parte, el sacerdote Luis Gerardo Moro, provincial de México de la Compañía de Jesús, dijo que el asesinato de dos de sus compañeros los llama a solidarizarse con las víctimas del crimen en México.

En mensaje durante la misa en honor a los padres Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, dijo que los jesuitas no callarán ante esta realidad que lacera a miles de mexicanos.

El hecho ha provocado la condena de organismos nacionales e internacionales, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

.Hernán Quezada, jesuita del equipo de gobierno de la Compañía de Jesús, aseguró en Aristegui en Vivo que los sujetos se llevaron los cuerpos de las tres víctimas y que hasta ahora se desconoce su paradero.

Afirmó que aunque recuperar los cuerpos es una prioridad para la orden religiosa, la seguridad del equipo pastoral que permanece allá, así como de la comunidad de Cerocahui es el tema principal para ellos. “Es una situación muy compleja, ese es el primer punto que nos tiene muy preocupados”, dijo.