Un hombre de Washington reconoció que tuvo comunicación por WhatsApp con una adolescente de Sonora y cuando la visitaba para agredirla sexualmente le llevaba regalos y dinero a ella y a sus padres.

En su declaración de culpabilidad, Adolfo Aburto González confiesa todos los delitos sexuales que cometió en agravio de una menor mexicana de 12 años. Acepta, además, que le espera una condena de hasta 12 años de prisión y que por el resto de su vida quedará marcado como un depredador infantil.

Aburto González, de 24 años y vecino del estado de Washington, fue arrestado hace dos meses en la garita de Nogales, Arizona, cuando regresaba de sostener un encuentro sexual con la adolescente. Tenía en su poder imágenes explícitas de los abusos que sufrió la menor, de acuerdo con la acusación.

Este joven indicó en su acuerdo de culpabilidad que desde octubre de 2021 y hasta el pasado 14 de marzo estuvo en comunicación vía internet con la víctima, que las autoridades identifican con sus iniciales y la describen como “una niña de 12 años que vive en Nogales, México”.

“Algunas de estas comunicaciones fueron videollamadas, las cuales yo parcialmente grabé y en las cuales le pregunto a (se omiten las iniciales de la víctima) que me muestre su cuerpo desnudo”, menciona su declaración.

Aburto González indicó que en al menos tres ocasiones viajó hasta Nogales, en el estado de Sonora, para abusar sexualmente de su víctima. “Yo le di regalos y dinero a la menor y a sus padres, y sostuve relaciones sexuales con (se omiten sus iniciales)”, se lee en el documento judicial.

La acusación no menciona si los padres de la menor sabían lo que le Aburto González le hacía a su hija, ni bajo qué condición recibieron el dinero y los obsequios.

“Durante videollamadas y encuentros personales, yo grabé y guardé imágenes explícitas (se ocultan las iniciales), quien yo sabía tenía 12 años”, continúa el documento.

Las autoridades presentaron como evidencia dos videos y dos capturas de pantalla de las videollamadas que el acusado y la menor realizaron por WhatsApp.

Cuando Aburto González intentó cruzar por la garita de Nogales el 13 de marzo, agentes federales encontraron en su celular Samsung y en su computadora portátil más de mil imágenes de pornografía infantil de otros niños que aparentemente no conocía.

Uno de esos videos ilícitos se titula: “Mi incesto familiar”.

En esas imágenes aparecen niños, incluso bebés, siendo víctimas de abuso sexual, según su declaración. Él recibió ese material ilícito y lo reenvió a otras personas no identificadas, confesó en el documento sometido hace unos días a una corte federal de Tucson.

La audiencia condenatoria de este sujeto fue programada para el próximo 24 de agosto.

Este caso fue liderado por agentes de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una agencia policial que está bajo la directriz del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).