La Fiscalía General de la República (FGR) informó este domingo que obtuvo la vinculación a proceso en contra de Jesús “P”, alias “El Parra”, quien es uno de los presuntos implicados en el asesinato de la familia LeBarón en el municipio de Bavispe, Sonora, el 4 de noviembre de 2019.

La Fiscalía detalló que la vinculación a proceso que enfrentará Jesús “P”, la cual se logró a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), será por su probable responsabilidad en el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud.

Asimismo, destacó que derivado del trabajo de investigación de Gabinete y en campo, coordinado por el Ministerio Público Federal (MPF), se formuló imputación en contra de Jesús “P” por el delito referido, en la que el Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México otorgó la prisión preventiva oficiosa.

La Fiscalía detalló que desde el 22 de septiembre de 2020, el Juez de la causa había dictado auto de vinculación a proceso en contra de Jesús “P” y otorgó un plazo de cuatro meses de investigación complementaria, sin embargo, el detenido interpuso amparo indirecto, por lo que su proceso fue pospuesto.

No obstante, el pasado 1 de octubre, se llevó a cabo nueva audiencia en la cual el Juez de Control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con sede en Almoloya de Juárez, resolvió vincular a proceso a “El Parra” por ser probable responsable del delito de delincuencia organizada.

Además, el Juez le impuso prisión preventiva oficiosa en el Centro Federal de Readaptación Social Número 5 “Oriente” y otorgó dos meses de investigación complementaria.

El 4 de noviembre de 2019, dos grupos de hombres con rifles de asalto dispararon en una emboscada en la sierra entre Sonora y Chihuahua contra tres camionetas en las que viajaban mujeres y niños que iban de la comunidad La Morita, de Bavispe, hacia la comunidad mormona de LeBarón.

Según una de las versiones oficiales, en el ataque un grupo criminal confundió a las familias con sus rivales, dejando a tres mujeres sin vida, seis bebés muertos y al menos ocho niños con heridas de bala.

Un día después de la matanza se inició una investigación por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de perseguir el acopio y tráfico de armas.

A comienzos de 2020, Julián y Adrián LeBarón, miembros de una de las familias mormonas víctimas de la masacre, aseguraron a medios que existen “alrededor de 40” implicados en la matanza, la mayoría identificados por su apodo.