Por: Excélsior

Rodolfo Castro Valdez, ex secretario de Hacienda en el Gobierno del morenista Jaime Bonilla, obtuvo contratos millonarios con el gobierno de Sonora y actualmente se encuentra en el equipo de transición del Gobernador electo Alfonso Durazo, donde ocuparía la Secretaría de Hacienda o la Jefatura de Oficina del nuevo gobierno.

De acuerdo con contratos oficiales, el 22 de mayo de 2018, la empresa Intelinova, cuyo Presidente del consejo de Administración es Rodolfo Castro Valdez, celebró un contrato por prestación de servicios profesionales con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora (Isssteson) el día 22 de marzo de 2018, por el monto de 4 millones 582 mil pesos; el director del Isssteson era el compadre de Castro Valdez, Pedro Ángel Contreras, a quien impulsaba para ser candidato a Gobernador de Sonora por el PRI.

En ese contrato se especifica que los cuatro millones y medio de pesos fueron cobrados por concepto de un diagnóstico de la capacidad operativa de Isssteson, la reestructura y armonización organizacional de procesos, fortalecimiento de acciones para la mejora en el servicio y capacitación para la mejora de la calidad en el servicio.

Cuando ingresó al Gobierno de Jaime Bonilla, Rodolfo Castro Valdez dejó como Presidenta del Consejo de Administración a su esposa Ana Karina Vildosola Palacios, quien continuó celebrando contratos con la administración estatal de Sonora por más de 800 mil pesos, mientras él era secretario de Hacienda en Baja California.

El 10 de agosto pasado, el gobernador electo Alfonso Durazo, dijo que el Isssteson se encontraba en terapia intensiva y agonizante, sin poder erradicar ese cáncer de mala administración y posible corrupción que lo tiene al borde de la tumba.

En las últimas semanas y como ha sucedido por años, los derechohabientes del Isssteson se han manifestado en las calles para protestar por pagos atrasados y por la falta de medicamentos, mientras que los dirigentes sindicales han denunciado que desde hace años persiste el desabasto de medicamentos, sobre todo para el tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas como hipertensión, diabetes, situación que se agravó con la pandemia del covid-19.