Hoy estamos llegando a la culminación de una campaña increíble. Una campaña de mucho contacto ciudadano, en la que he tenido la oportunidad de visitar cientos de hogares y de dialogar con miles de personas. Después de dos meses de arduo trabajo, no puedo decir otra cosa más que gracias.

Gracias a todas aquellas personas que me abrieron la puerta de sus casas y que siempre me recibieron con una sonrisa. Gracias a las y a los líderes que en cada colonia se sumaron y creyeron en este gran proyecto. Gracias a mi equipo de trabajo que siempre estuvo ahí para apoyarme y lograr que las cosas se hicieran bien. Gracias a los medios de comunicación que siempre estuvieron al pendiente de nuestras actividades.

No les miento cuando afirmo que esta ha sido una de las más grandes experiencias de mi vida. Lo he dicho en otras ocasiones: la primera vez que me invitaron a asumir este proyecto lo pensé con mucha calma porque nunca había incursionado en la política y soy un ciudadano sin afiliación partidista. Sin embargo, recordé las sabias palabras de un amigo: no se vale que critiquemos la situación de nuestro país y que cuando se presente la oportunidad de hacer algo la rechacemos.

Por eso decidí aceptar este reto. Porque es momento de que los ciudadanos alcemos la voz y pongamos al interés de la gente en el centro del debate legislativo. Estos meses de intensa campaña me han permitido escucharlos con detenimiento. En todas y cada una de nuestras colonias los problemas se repiten: la falta de pavimentación, los tandeos del agua, la falta de un drenaje adecuado, el desabasto de medicamentos, el desempleo y la falta de oportunidades.

La gente ya está cansada de los políticos que les han fallado. De aquellos que hace tres años solicitaron su voto y que nunca más los volvieron a visitar. De aquellos que tuvieron miedo de defender el interés de la gente y terminaron doblegándose a favor de una sola persona. Eso va a cambiar.

De todas las experiencias vividas, me quedo con la mirada de cientos de ciudadanos impresa en el corazón. Una mirada llena de esperanza, que compromete con la urgencia de cumplir. Por ello, me voy a entregar en cuerpo y alma, como lo he hecho en estas semanas, a este proyecto de cambio verdadero, para responder a su confianza.

Es momento de sanar heridas, de curar el encono y la división que unos cuantos han alentado. Es momento de construir, con altura de miras, un mejor futuro para Hermosillo, para Sonora y para México, en ello va la vida y la felicidad de nuestros hijos y de nuestras familias. Este 6 de junio vota con esperanza, vota por Ernesto Gándara para gobernador, por Toño Astiazarán para presidente municipal, por Arturo Fernández para diputado federal y por todos los integrantes de la fórmula Va por México y Va por Sonora.