El secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, informó este sábado que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostendrá una reunión virtual con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, el próximo 7 de mayo.

En el encuentro, dijo, se tratarán temas como la cooperación para enfrentar a la pandemia de Covid-19 y la propuesta de López Obrador para extender el programa “Sembrando Vida” a Centroamérica y así mitigar la expansión de la migración de estos países que ha crecido exponencialmente en los últimos años.

El presidente López Obrador ya había tenido una reunión oficial previa el pasado 7 de abril, cuando sostuvo una conversación telefónica con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

En su despacho de Palacio Nacional planteó a la encargada de atender el asunto migratorio en Centroamérica, la disposición de México para sumar voluntades en programas de combate al tráfico de personas, orientación, bienestar y protección de los derechos humanos, particularmente de niñas y niños.

Durante la conversación el jefe del Ejecutivo estuvo acompañado del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.

“Durante el diálogo, el primer mandatario mexicano y la vicepresidenta estadounidense abordaron asuntos en materia de migración regional como las medidas para atender el fenómeno migratorio, a fin de promover una migración ordenada, segura y regular.

Conversaron sobre los proyectos de cooperación para el sur de México y los países del norte de Centroamérica. Además, abordaron los proyectos derivados del diálogo entre la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés).

Aunado a los programas de cooperación para promover el desarrollo económico igualitario en la región, ambos mandatarios compartieron la urgencia de implementar programas de ayuda humanitaria de emergencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Asimismo, reafirmaron el compromiso de proteger los derechos humanos de las personas migrantes, con énfasis en el resguardo adecuado de las y los menores no acompañados. Igualmente, acordaron fortalecer los mecanismos binacionales para compartir inteligencia, con el propósito de combatir las redes transnacionales de traficantes de personas que ponen en riesgo la seguridad de las personas migrantes”, dice el texto.

Apenas el 23 marzo, durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador, dijo que las acciones del país vecino, liderado por su homólogo, Joe Biden, han sido insuficientes para el control de la ola migratoria y dijo que será necesario “empujar al elefante” para el avance de estas estrategias.

REUTERS/Kevin Lamarque

“Desde hace dos años estamos ayudando, e incluso financiando, a nuestros hermanos centroamericanos, pero Estados Unidos no está invirtiendo lo suficiente; lo necesario. No es un asunto que se pueda resolver con medidas coercitivas: cerrando fronteras, militarizando. Hay que ir a atender las causas. (…) Hay muy buena voluntad de parte del presidente Biden, pero las burocracias son lentas, son cuerpos de avance lento.”, aseveró en aquella ocasión.

El mandatario recordó que actualmente México, con una inversión de mil 200 millones de dólares, se encuentra cultivando un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables que brinda trabajo a 420 mil sembradores. Es así que propuso la ampliación de este programa a 4 millones de hectáreas, lo que significaría la creación de un millón 600 mil empleos aproximadamente, con una inversión de 4 mil millones de dólares al año; aseguró que esta estrategia se podría aplicar de igual manera en Honduras, El Salvador y Guatemala.

“Ya hay que hacerlo y es darle trabajo a un millón 600 mil sembradores. Hay que atender a la gente, nadie sale de sus pueblos y abandona a la familia por gusto, lo hace por necesidad. La mayoría de los migrantes son jóvenes. Sí hay manera de atender el fondo del problema.”

Joseph Biden y AMLO (Foto: Cuartoscuro)

Por su parte, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, informó en esa misma conferencia que el objetivo central de este convenio común entre ambas naciones será plantear un programa de acción inmediata para las naciones del Triángulo Norte, es decir, entablar estrategias suficientes para solventar el efecto económico y social surgido a raíz de la pandemia en cada país.

Explicó que el Gobierno Federal presentó ante EEUU los programas sociales de manera directa implementados en México durante los últimos dos años, como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida, los cuales otorgan el respaldo a los beneficiarios sin necesidad de algún intermediario; aseguró que éstas acciones se implementarán muy pronto en los países centroamericanos con los que se tiene convenio.

A diferencia del mandatario, el canciller Ebrard se mostró optimista con la intervención de Estados Unidos en este tratado.

“Hay una muy buena posibilidad de que esto sea una realidad porque él mismo (Joe Biden) encabezó la Alianza para la Prosperidad durante el gobierno del presidente Obama (…) Nos alienta mucho que haya designado a la vicepresidenta, Kamala Harris, para conducir estos trabajos.”, afirmó.

Un día después, el 24 de marzo, el presidente de EEUU, Joe Biden, anunció que la vicepresidenta Kamala Harris dirigirá los esfuerzos de Estados Unidos con México y los países del Triángulo Norte para tratar de detener el flujo de migrantes a Estados Unidos.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, asumirá la misión de frenar la migración irregular desde Centroamérica y la coordinación con El Salvador, Honduras y Guatemala para combatir los problemas de violencia y corrupción que provocan la huida de sus ciudadanos hacia el norte.