La esperada propuesta de reforma migratoria será presentada este jueves en la Cámara de Representantes, a poco menos de un mes del inicio del gobierno del presidente Joe Biden, quien al llegar a la Casa Blanca prometió promover una nueva ley para regularizar el estatus de unos 11 millones de indocumentados.

La presentación de la llamada Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos 2021 se hará las 11:30 de la mañana, hora del este, por el senador Bob Menéndez, de Nueva Jersey, y la congresista Linda Sánchez, de California, quienes estarán acompañados por otros 10 legisladores demócratas, según un comunicado dela oficina del senador demócrata.

La iniciativa otorgaría residencia legal a los indocumentados que califiquen, quienes luego de ocho años podrían solicitar la nacionalidad, y asignaría más fondos para resguardar la frontera con México. A la vez, ciertos dreamers, trabajadores del campo y beneficiarios de Estatus de Protección Temporal (TPS) podrían solicitar residencia permanente de inmediato.

“Todos sabemos que esto fue un compromiso que el presidente tuvo desde el día uno. Es su visión de lo que se necesita para arreglar el sistema. También es una oportunidad para reiniciar y retomar la conversación sobre reforma migratoria después de los últimos cuatro años”, dijo una funcionaria del gobierno de Biden quien habló sobre el tema haciendo en alusión al gobierno del expresidente Donald Trump.

Biden no descarta la posibilidad de regularizar por partes el estatus migratorio de millones de indocumentados, agregó la funcionaria de la Casa Blanca, durante una llamada con medios.

Hasta el miércoles por la noche no había nuevos detalles sobre la propuesta, aparte de la información preliminar divulgada el mes pasado por la Presidencia.

La medida se presentará 35 años después de que el presidente republicano Ronald Reagan promulgó la Ley de Reforma y Control Migratorio en 1986, que permitió regularizar la situación de unos 3 millones de indocumentados.

La iniciativa de Biden, sin embargo, no tiene apoyo republicano para ser aprobada ahora en el Senado. Para aprobar la medida se necesitan asegurar 60 votos, pero los senadores demócratas solo suman 50 curules.

“Lo que sabemos es que apenas comienza esta batalla”, dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Ángeles (CHIRLA).

Se evalúan varias alternativas migratorias

Muchos republicanos han dicho que la reforma migratoria planteada por Biden es una “amnistía” que favorecería a trabajadores inmigrantes que una vez con papeles quitarían trabajos a estadounidenses nacidos en el país.

El presidente Biden ha comenzado a dar señales de que está dispuesto a apoyar varias alternativas migratorias a la vez, no solo la reforma migratoria, reportó The New York Times el miércoles citando declaraciones recientes del mandatario.

Biden estaría dispuesto, por ejemplo, a promover la reforma migratoria a la vez que procura regularizar a grupos de inmigrantes indocumentados como los dreamers, trabajadores del campo y beneficiarios del TPS, agregó el diario.

“El presidente definitivamente está enfocado en todos los aspectos de la medida”, agregó la funcionaria del gobierno de Biden.

“Uno tiene que abordar todos los aspectos del sistema para arreglarlo pero eso es todo. (Biden) estuvo en el Senado 36 años y él es el primero que te puede decir que el proceso legislativo, sabes, al final puede verse diferente a como comenzó. Así que, sabes, creo que él piensa que estos son todos los elementos que deberían de estar en el paquete pero, repito, él está dispuesto a trabajar con el Congreso para lograr algo”.

Audacia y pragmatismo

El movimiento pro-inmigrantes está de acuerdo con la postura pragmática de Biden porque ve a la reforma migratoria como la meta y a las propuestas alternas, como medidas en favor de los trabajadores esenciales indocumentados, como ganancias adicionales.

“La meta es una reforma migratoria justa y humana de unificación familiar. La meta es lo más grande posible, pero podemos tener alternativas”, agregó Salas, quien recalcó que tener alternativas no quita fuerzas a la lucha por la reforma.

“En esta pelea tenemos que ser muy flexibles y audaces para que no nos pase lo que nos pasó antes”, agregó Salas aludiendo a las negociaciones del movimiento con los demócratas durante el gobierno del expresidente Barack Obama.

Pese a que fue promesa central en sus dos campañas presidenciales, la reforma migratoria no fue prioridad del gobierno de Obama, quien no la promovió durante los dos primeros años de su gobierno, cuando los demócratas controlaban el Congreso.

Tras el fracaso de un intento para tratar el tema, Obama se vio presionado para crear el programa de protección contra la deportación para los dreamers, DACA.