“Que tristeza ver al PAN en una alianza electoral con el PRI”. Con este misil, el senador Damián Zepeda embistió a la dirigencia de Acción Nacional, cuya relación no ha mejorado en los últimos años tras el rompimiento del grupo que llevó a la presidencia a Marko Cortés y cobró al grupo de Ricardo Anaya la derrota en las elecciones presidenciales de 2018.

“Me parece una incongruencia total que por décadas hemos luchado por cambiar México y hoy el Partido abraza lo que ayer criticó. No estoy de acuerdo, la postura no me representa”, agregó el panista, recibiendo con el bat en la mano la propuesta de alianza de los principales partidos de oposición en torno a “Sí por México”, promovida por Claudio X. González y Gustavo de Hoyos.

Las diferencias entre Marko y Zepeda comenzaron con la entrega de la dirigencia del PAN, cuando el entonces líder nacional se reservó un lugar en el Congreso de la Unión dejando fuera de las plurinominales al michoacano, y lo obligó a luchar por el Comité Ejecutivo Nacional contra Manuel Gómez Morín (nieto), sin el éxito garantizado.

En ese momento, Zepeda se reservó una de las tres posiciones que suelen estar al servicio de la cúpula azul. El puesto 1, el 4 y el 7 siempre son definidos por la Comisión Permanente, mientras el resto se vota con base en las propuestas de los Comités Estatales. Esta vez, después de una operación orquestada por el propio Zepeda, no hubo votación. Esta situación derivó en un famoso reproche de Javier Corral, otro de los lastimados, como reveló LPO.

Esta situación provocó que ante una eventual renuncia de Mauricio Kuri a la coordinación del PAN en el Senado para buscar la gubernatura de Querétaro, la dirigencia nacional descartara a Zepeda como su sucesor. En cambio, Josefina Vázquez Mota ya acomoda a sus operadores para convertirse en la coordinadora panista, bajo la mirada competitiva de Xóchitl Gálvez y Kenia López Rabadán.

Las senadoras no se han limitado a guardar sus diferencias con Zepeda respecto de la integración este nuevo frente anti-4T, comenzando con el hecho -aseguran- de que su grupo promovió una alianza poco exitosa con la izquierda que aprobó la interrupción legal del embarazo, contra las críticas de su propia militancia panista. Zepeda insiste que precisamente por ello ir en coalición revivirá los argumentos de AMLO y sus seguidores sobre la existencia del PRIAN y los mitos en torno a dicha unión.