Pese a que se la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no recomiendan la utilización del dióxido de Cloro para tratar el Covid-19, en el municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, se aplicará a algunos pacientes que así lo desina, luego de que el gobernador municipal, Jonathan Ávalos Rodríguez autorizará su aplicación.
A través de su cuenta de Facebook el munícipe informó que como parte de sus responsabilidades de alcalde y como médico, indicó que no podía quedarse al margen ante las martes provocadas por el Covid-19.
“Como Alcalde de #FcoIMadero #Coahuila es mi responsabilidad velar por los intereses de los habitantes de mi municipio y como médico no puedo estar viendo morir tanta gente y quedarme al margen!… Voy a iniciar con la distribución de 1000 tratamientos con Dióxido de cloro de forma voluntaria a las personas que estén pasando por situaciones críticas de contagio de COVID-19 siempre respetando el libre albedrío y basándome en los, PRINCIPIOS ÉTICOS PARA LAS INVESTIGACIONES MÉDICAS EN SERES HUMANOS QUE DICTA LA DECLARACIÓN DE HELSINKI DE LA AMM (ASOCIACION MEDICA MUNDIAL)”, escribió Jonathan Avalos en Facebook.
Pues, aunque consideró que solo sería aplicada a personas que así lo decidieron, en repetidas ocasiones, la Organización Panamericana de la Salud de la OMS ha advertido sobre su peligroso uso como supuesto tratamiento contra el Covid-19.
Ante su creciente popularidad, la OPS han hecho un llamado enfático a evitar su consumo, pues el dióxido de cloro es un gas de color amarillo utilizado como blanqueador en las fábricas de papel o plantas de tratamiento de aguas, el cual al ser consumido puede provocar irritación de la boca, esófago y el estómago, náuseas, vómitos y diarreas además de varios trastornos hematológicos y cardiovasculares.