El dinero en efectivo que está en circulación en México se encuentra en el punto más alto desde que se tiene registro, de acuerdo con cifras del Banco de México al corte del 17 de julio.

Información contenida en el estado de cuenta semanal del banco central, deja ver que la base monetaria integrada por billetes y monedas en circulación, así como depósitos bancarios de cuenta corriente, aumentó 15,045 millones de pesos en una semana, del 13 al 17 de julio; lo que significa que estuvieron en circulación 1 billón 916, 289 millones de pesos.

Esta cifra significó una variación de 22.2% respecto de la observada en el mismo periodo del año pasado.

En el comunicado, el Banco de México reiteró que este incremento semanal consistente en la demanda de base monetaria, es explicado por los “factores asociados a las medidas sanitarias implementadas en el país, que habrían aumentado la demanda de efectivo por parte del público como medio de pago”.

En efecto, al hacer una revisión respecto del comportamiento de la demanda de billetes desde que inició la fase de distanciamiento social para limitar los contagios por el Covid-19, se han completado 14 semanas consecutivas de aumentos de doble dígito en la demanda de billetes y monedas por parte de los habitantes en el país.

Esta preferencia por activos monetarios líquidos, inició en la semana del 27 de marzo al 3 de abril, cuando la demanda de base monetaria experimentó su primer aumento anual de doble dígito, de 11.04 por ciento. A partir de ahí no se ha suavizado la demanda de billetes y monedas.

Este incremento fue recogido por el Reporte Trimestral que presentó el Banco de México en junio, resaltaron que se ha presentado una “mayor demanda de activos monetarios líquidos por motivos precautorios tanto de hogares como de empresas (…) como resultado de los choques asociados con la pandemia de Covid-19”.

Aumento de informalidad

De acuerdo con el director de Investigación Económica en el thinklab veracruzano SAVER, Luis Pérez Lezama, esta mayor demanda de liquidez de la gente también podría responder al tono menos restrictivo de las tasas de interés, que hacen propicio encontrar en coincidencia una demanda mayor de dinero.

Al tener tasas bajas en condiciones normales, mayor demanda de dinero y bajo otro contexto sería un aviso que la demanda agregada se prepara para gastar más dinero, comentó.

Sin embargo, matiza que ante la histórica caída de la actividad económica y la destrucción del empleo se puede presuponer que las personas desocupadas están aprovechando la baja de tasas de interés para sacar dinero de sus tarjetas de crédito y fondear su gasto corriente. O que están buscando canales de supervivencia en el sector informal, donde no suelen utilizarse medios de pago fiscalizables.

Liquidez para estar seguros

En mayo, un miembro de la Junta de Gobierno, el subgobernador Jonathan Heath, destacó en su cuenta personal de Twitter que “ ha aumentado significativamente la demanda por efectivo ante la incertidumbre y mayor actitud precautoria de la gente ante el Gran Confinamiento”.

El cajero principal y director de la Fábrica de Billetes, Alejandro Alegre, ya había identificado desde abril este aumento en la demanda de efectivo.

“Se nota en algunos bancos que decidieron aumentar el límite de disposición de efectivo en los cajeros automáticos.  Si alguno tenía un límite de 7,000 pesos, lo aumentó a 9,500 pesos, con el ánimo de facilitar a las personas asistir menos veces al cajero automático, pensando que tiene que ver con salud de todos”, refirió entonces en entrevista con El Economista.