Conforme al Protocolo de Atención para el Varamiento de Mamíferos Marinos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), procedió a dar disposición final a los restos de una ballena que fueron localizados en el municipio de Playas de Rosarito, Baja California.

Desde el 2 de julio, personal de la Profepa detectó el cadáver de la ballena, que estaba flotando en el mar a la altura de Playa el Delfín, por lo que se realizó el monitoreo para identificar donde encallaría.

El cetáceo llegó a la playa en estado avanzado de descomposición, ya que se presume que murió desde hace más de 2 semanas.

Al parecer se trataba de un ejemplar de Rorcual común (Balaenoptera physalus), de 19 metros de longitud, sin poder determinar con precisión su especie y características físicas.

El varamiento ocurrió en una zona de cantiles con playa, sin acceso disponible para maquinaria pesada y maniobras para su disposición, así que se determinó esperar la bajamar, y ver la posibilidad de que se pudiera acceder con un trascabo y así proceder a la disposición final.

El 4 de julio, se realizaron las maniobras para enterrar “in situ” a la ballena, con el fin de evitar que represente algún riesgo para la salud pública.