Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos acordaron extender acuerdo sobre restricción fronteriza a los viajes no esenciales hasta el 21 de junio, derivado de la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19.

Lo decisión fue confirmada por el primer ministro canadiense Justin Trudeau en conferencia de prensa este martes.

“Esto mantendrá a las personas en nuestros dos países a salvo”, expresó el primer ministro de Canadá, quien argumentó que los estadounidenses estaban “completamente abiertos” a extender el cierre al tráfico no esencial.

La frontera entre ambos países se encuentra cerrada al tráfico no esencial desde el 18 de marzo, en un intento por reducir la propagación de COVID-19.

Los dos países acordaron inicialmente limitar el tráfico transfronterizo al transporte de mercancías y de trabajadores considerados esenciales durante 30 días, pero la medida fue posteriormente extendida un mes en abril.

Trudeau declaró durante su rueda de prensa diaria que el cierre de la frontera es necesario porque es “una vulnerabilidad”, ya que la llegada de personas procedentes de Estados Unidos puede provocar nuevos brotes de COVID-19.

En estos momentos, Estados Unidos es el país con más casos declarados de COVID-19, con 1.5 millones de personas infectadas y 90 mil 432 muertes, mientras que Canadá suma 79 mil 411 casos y 5 mil 960 fallecidos.

El primer ministro canadiense también señaló que las autoridades estadounidenses “están totalmente abiertas” a mantener la frontera cerrada durante otros 30 días.

Sobre el momento en que Canadá reabrirá sus fronteras, Trudeau afirmó que están tomando las decisiones “semana en semana”.

“La situación cambia rápidamente y estamos ajustando de forma constante las medidas que son apropiadas para los canadienses y mantener ese equilibrio entre mantener a los canadienses seguros y restaurar la normalidad y la actividad económica“, afirmó.

A pesar del cierre de la frontera, el vital tráfico de mercancías entre los dos países se ha mantenido sin interrupciones, lo que está permitiendo la reactivación de sectores, como el automovilístico, que depende de productos fabricados a ambos lados de la frontera.

Para los dos países también es vital mantener la cadena de suministro alimentario, ya que ambos países dependen el uno del otro en este sector.

Mientras, las provincias canadienses más afectadas por la pandemia, Ontario y Quebec, continúan reabriendo de forma paulatina sus economías tras casi dos meses de parón forzado.

Ontario, que tiene 23 mil 384 casos de COVID-19 y mil 919 fallecidos, permite a partir de este martes que las tiendas con acceso directo a la calle puedan reabrir sus puertas.

La provincia también anunció que formará una comisión independiente para investigar el sistema de residencias de ancianos que han sufrido una elevada tasa de infección y mortalidad de la enfermedad.

Las residencias de ancianos de Quebec, provincia que suma 43 mil 627 casos de COVID-19 y 3 mil 596 fallecidos, también han sido las más afectadas por la pandemia junto con la ciudad de Montreal. En la segunda ciudad más habitada de Canadá se han registrado más de 22 mil infecciones de COVID-19 y unas 2 mil 300 muertes.

Las autoridades de Quebec han anunciado que la situación en la principal ciudad de la provincia está empezando a estabilizarse y que permitirá la reapertura de las tiendas con acceso directo a la calle a partir del 25 de mayo.