Por: J. Jesús García Moya y Lorenzo García Romo | El Economista

La entidad cuenta con una población de 3 millones de habitantes de los cuales 32% se ubica en el sector rural y es conocido por su clima que va de seco a semiseco, y muy seco, principalmente.

La temperatura media anual es 22°C, con máxima promedio de 38°C en junio y julio, y picos de temperatura superiores a los 40°C. La precipitación media va de 229 a 450 milímetros anuales.

Estas condiciones climatológicas aunadas a una eficiente regulación sanitaria para el sector agropecuario y un sistema de irrigación compuesto de presas y pozos profundos, le permiten al estado tener una vocación productiva agropecuaria y de exportación. Sonora, participó en el 2018 con 5.1% del PIB agroalimentario nacional, al sumar 72,500 millones de pesos.

Los cultivos y actividad ganadera son variados. En el Gran Desierto de Altar, la producción de hortalizas y frutas, como espárrago y vid para mesa, se producen en condiciones inocuas y de alta calidad, lo que facilita su comercialización en los mercados internacionales al satisfacer los estándares demandados por la industria agroalimentaria.

La Sierra Madre Occidental, con una extensión de más de 14 millones de hectáreas de terrenos de uso ganadero, cuenta con un inventario de más de 1millón 690,000 cabezas de ganado bovino de carne, mismas que se sacrifican en diversos rastros TIF del estado para obtener cortes de alta calidad.

Las costas comprenden 1,250 km de litoral y 33,451 km² de mar territorial, en donde se pescan diversas especies y se realizan también actividades para la producción en granjas de camarón, que posicionan al estado como uno de los líderes de producción en el país.

Finalmente, sus valles tienen una extensión de aproximadamente 644,978 hectáreas agrícolas irrigadas con agua de presas y subsuelo, administrada por seis distritos de riego para producir frutales (vid, nogal, naranja), hortalizas (sandía, chile, calabaza), oleaginosas (cártamo) y granos (garbanzo, maíz y trigo), principalmente.

Además, la disponibilidad de trigo para consumo animal ha permitido el crecimiento de la porcicultura y avicultura, donde de acuerdo con datos del SIAP 2018, se cuenta con 1.9 millones de cabezas de porcinos, 16 millones de aves para carne y 13 millones de aves para huevo.

En este contexto, los productores de Sonora han aprovechado las oportunidades de negocio que brindan los mercados agroalimentarios nacional e internacional; sin embargo, se requiere continuar maximizando la eficiencia de los procesos productivos, el uso responsable de los recursos naturales, la responsabilidad social, la modernización y ampliación de la capacidad instalada de sus activos productivos, así como contar con servicios financieros que complementen sus necesidades de inversión.

FIRA es un aliado de productores y empresarios en el desarrollo de sus proyectos productivos, ya que, a través de la banca de primer piso, brindan soluciones financieras y tecnológicas a las diversas necesidades que éstos presentan en el desarrollo de sus actividades productivas.

En la próxima entrega, comentaremos sobre las acciones que las empresas sonorenses están realizando para lograr su modernización productiva con apoyo de FIRA, conjunto de fideicomisos originados en el Banco de México para impulsar el desarrollo del sector agroalimentario y el medio rural.

*J. Jesús García Moya y Lorenzo García Romo* son residente estatal y especialista de FIRA en Sonora respectivamente. La opinión aquí expresada es de los autores y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.