“Este es Conan, probablemente el perro más famoso del mundo”, ha anunciado este mediodía el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una comparecencia sorpresa en los jardines de la Casa Blanca acompañado por el animal que acorraló al líder del Estado Islámico Abu Bakr al Bagdadi en una operación en la que el terrorista acabó por inmolarse a finales de octubre. “Es un perro increíble”, “muy, muy especial”, “un tipo duro”, ha insistido. “Nadie se mete con Conan”, ha celebrado Trump después de condecorar al perro, un pastor belga malinois, con una placa y una medalla. “Creo que sabía perfectamente lo que estaba pasando”.

Conan resultó herido en la operación pero se ha recuperado a tiempo para acompañar hoy en su visita a la Casa Blanca a las fuerzas especiales que participaron en la intervención. “Fue un ataque sin fallos y Al Bagdadi ya no está”, ha celebrado el comandante en jefe, que no ha dejado de quejarse del poco crédito que supuestamente se le ha dado por este éxito. Trump, el primer presidente estadounidense en uno siglo que no tiene un perro como mascota en la Casa Blanca, ha dicho haber aprendido mucho sobre estos animales a raíz de la operación Kayla Mueller, como se la bautizó en homenaje a la joven cooperante secuestrada y esclavizada por el grupo yihadista.

A este tipo de perros, ha contado Trump, se les empieza a entrenar cuando tienen uno o dos años. “Su mejor momento dura unos seis años, como ocurre con los atletas”. Después de ese tiempo, “los reflejos ya no son tan buenos”. “Si abre la boca, sabes que morirás”, ha advertido Trump ya que están entrenados para matar. “Tienes suerte de que no está de mal humor hoy, Jeff”, ha bromeado el presidente de Estados Unidos dirigiéndose al corresponsal de Reuter en la Casa Blanca Jeff Mason, a quien trató con mucha más rudeza durante una rueda de prensa con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö.

A Conan y a los agentes que participaron en la operación contra Al Bagdadi (sólo se ha desclasificado la identidad del animal) se les esperaba desde hace varias semanas en la Casa Blanca. Trump ha elegido recibirlos y presentar a Conan a la prensa hoy, por sorpresa ya que el acto no constaba en su agenda oficial, después de un fin de semana marcado por su pulso con el Pentágono. El enfrentamiento le ha costado el puesto al jefe de la Armada, Richard Spencer, cesado el domingo a raíz de sus discrepancias por la intercesión del presidente en favor de Edward Gallagher, un militar que había sido acusado y absuelto de crímenes de guerra en Irak.

Según el secretario de Defensa, Mark , Spender ha reconocido que propuso un trato alternativo a la Casa Blanca para resolver el caso de Gallagher, muy polémico desde el principio. Esper consideró una falta a su confianza la ocultación de esas negociaciones y, con apoyo de Trump, le solicitó anoche su renuncia por haber perdido la confianza en él.