La organización llama a los gobiernos a tomar medidas urgentes para mejorar la calidad del aire y cumplir con sus obligaciones.

 

 

 

 

 

 

Los gobiernos deben garantizar un aire limpio a sus ciudadanos, ya que la contaminación es un asesino silencioso responsable de la muerte de siete millones de personas cada año, afirmó un experto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Derechos Humanos.

“El aire limpio es un componente central del derecho a un ambiente saludable, junto con agua limpia y saneamiento adecuado, alimentos saludables y producidos de manera sostenible”

“No garantizar un aire limpio para los ciudadanos constituye una violación de los derechos a la vida, la salud y el bienestar, así como el derecho a vivir en un entorno saludable”, afirmó David Boyd, relator especial sobre Derechos Humanos y el medio ambiente, por lo que exhortó a los gobiernos a combatir la contaminación del aire.

Refirió que “la contaminación del aire es un asesino silencioso, invisible y prolífico responsable de la muerte prematura de siete millones de personas cada año. Su acción afecta de manera desproporcionada a mujeres, niños y comunidades pobres”.

Los gobiernos deben tomar medidas urgentes para mejorar la calidad del aire y cumplir con sus obligaciones de derechos humanos, precisó.

“El aire limpio es un componente central del derecho a un ambiente saludable, junto con agua limpia y saneamiento adecuado, alimentos saludables y producidos de manera sostenible, un ambiente no tóxico, una biodiversidad saludable y un clima seguro”, destacó el relator.

“El derecho a un medio ambiente sano está reconocido legalmente por más de 150 países y debe reafirmarse a nivel mundial para garantizar el disfrute de esa garantía para todos sin discriminación”, refirió Boyd.

“Hay numerosas historias de éxito en cuanto a la reducción drástica de la contaminación del aire en todo el mundo, incluida China, que celebra el Día Mundial del Medio Ambiente” este año. Estas historias demuestran que la contaminación del aire es un problema evitable”, consideró.

En un informe reciente ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sugirió siete pasos que son: Monitorear la calidad del aire y los impactos en la salud humana; segundo, evaluar las fuentes de contaminación del aire; tercero poner la información a disposición del público, incluidos los avisos de salud pública.

Además, establecer leyes, reglamentos, normas y políticas de calidad del aire; también desarrollar planes de acción para la calidad del aire a nivel local, nacional y, si es necesario, regional.

Asi mismo el informe señala que se debe implementar el plan de acción de calidad del aire y por último hacer cumplir las normas; evaluar el progreso y, si es necesario, fortalecer el plan para garantizar que se cumplan los estándares.

“En celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, instÓ a los gobiernos a tomar medidas audaces para combatir la contaminación del aire, mejorar la salud, abordar el cambio climático y cumplir con sus obligaciones de derechos humanos”, puntualizó.

El canadiense David Boyd fue nombrado relator especial de la ONU en Derechos Humanos y medio ambiente por un período de tres años a partir del 1 de agosto de 2018.

AC

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