Mientras los gobernadores daban su respaldo al cuerpo policial, los senadores mostraban su rechazo.

 

 

 

 

La discusión por la aprobación de la Guardia Nacional en el Senado evidenció una división al interior del PRI: mientras sus gobernadores respaldaron la creación de este cuerpo policial, la bancada de ese partido mantuvo su postura de no ceder ante la propuesta de Morena.

Pedimos a los senadores de mi partido que puedan apoyar la iniciativa del Presidente porque a final de cuentas somos nosotros los que estamos ahí en la entidad, quienes en territorio obedecemos a estrategias puntuales para garantizar la seguridad, dijo el gobernador de Coahuila, el priista Miguel Riquelme.

Riquelme y otros 10 gobernadores priistas se reunieron la mañana del lunes con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y los titulares de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, y de Defensa Nacional y Marina, Luis Crescencio Sandoval y Rafael Ojeda.

Al salir de Gobernación, los mandatarios sostuvieron una segunda reunión en un café en las inmediaciones de Bucareli, tras lo cual expresaron su respaldo a la Guardia y Riquelme insistió en que los senadores del PRI deben apoyar la propuesta, como lo hicieron los diputados.

Hagamos lo mismo. No tenemos por qué generar chantajes, la realidad es que hay una propuesta del gobierno federal en esa materia y a Coahuila le ha ido bien tanto con el Ejército mexicano, como con la coordinación de las estrategias nacionales, no tenemos por qué retroceder, sostuvo.

Minutos después, en el Senado, la presidenta nacional del PRI, la senadora Claudia Ruiz Massieu y el coordinador de la bancada, Miguel Ángel Osorio Chong, sostuvieron que, aunque respetan los puntos de vista de los gobernadores, no acompañaban la propuesta de Morena.

Respetamos a los gobernadores del PRI, en el ámbito de su perspectiva y de sus responsabilidades. Pero también asumimos la responsabilidad como senadores y senadoras de mejorar un proyecto que tiene que darle al Estado mexicano las instituciones que requiere, sostuvo Ruiz Massieu.

Osorio Chong reconoció que únicamente apoyarán el dictamen de la Guardia Nacional si ésta es de carácter civil y se respetan los compromisos internacionales que tiene México en materia de Derechos Humanos.

La división del PRI sorprendió, incluso, a integrantes de Movimiento Ciudadano y del PAN, quienes afirmaron que están confiados en que sus bancadas sí votarán en bloque para acompañar su postura.

Mientras el PRI exhibía sus diferencias, el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal,mantuvo la postura de zanjar el asunto el próximo jueves ante el Pleno, y reveló la existencia de una mesa paralela para construir acuerdos con la oposición en la que participa el gobierno federal.

En esta mesa Morena propone, incluso, ceder ante la oposición y poner una temporalidad de entre cuatro y cinco años al apoyo de las Fuerzas Armadas permanentes en labores de seguridad pública, y que el mando de la Guardia Nacional sea estrictamente civil.

Mientras ocurre esta negociación, fuera del trabajo en comisiones la bancada de Morena mantiene acercamientos con los senadores de otros partidos para conseguir los 10 votos que le faltan para obtener la mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de los senadores.

 

Por Iván Ramírez y Ricardo Ortiz

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