Durante el registro de entrada al estadio Mercedes Benz, en Atlanta, un mexicano portando, a modo de capa, la bandera mexicana, fue discriminado por uno de los elementos de seguridad de las filas de ingreso.

 

Una señora de mediana edad, encargada de la seguridad en la fila que le tocó, invitó al joven a tirar su bandera al bote de basura, alegando que por reglamento no podía ingresar al recinto con algún tipo de estandarte.

“La señora nos dijo que la bandera no podía pasar, que no teníamos donde dejarla ahí y que teníamos que tirarla a la basura”, contó Gabriel Cantú, oriundo de Monterrey.

Indignados, le dijeron que era una falta de respeto tanto a mexicanos como a cualquiera que quisiera presumir su país de origen en el Supertazón, lo que alarmó a la guardia que solicitó inmediatamente el apoyó de sus compañeros.

“Trató de intimidarnos trayendo más guardias. Y le explicamos que no teníamos donde guardar la bandera. Nos dijo que eso a ella no le importaba, que eran las reglas”. Dijo el joven.

Pero para fortuna de estos dos mexicanos, dentro del personal extra que llegó a atender el asunto, se encontraba una mujer de habla hispana que explicó que en efecto había una regla, pero que si la bandera podía extenderse entre los brazos de una persona, sí podía ingresar.

El muchacho abrió los brazos con su bandera y confirmó que esta no excedía el límite y lograron ingresar con el lábaro patrio.

Con información de Contra Réplica

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