| Estados Unidos.- Una mexicana con 32 semanas de embarazo se encuentra recluida en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), lo que constituirá una violación a las políticas establecidas por la propia agencia, acusó un grupo de defensores de inmigrantes.
La mujer, cuya identidad se mantiene en resguardo dado su estatus migratorio, llegó a Estados Unidos el pasado 24 de julio junto con su esposo y tres hijos, de acuerdo con Katy Murdza, directora de defensa del Proyecto Dilley Pro Bono, reportó Daily Beast.
En un principio la familia estuvo bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), pero después el padre fue enviado a un centro de detención de ICE y la madre y sus tres hijos, todos menores de 12 años, al centro de detención familiar en Dilley, Texas, donde ha experimentado problemas de salud relacionados con su embarazo.
La mexicana ha padecido síntomas como fatiga, insomnio y dolor abdominal, además que por primera vez tuvo una hemorragia vaginal grave, lo que ha puesto en riesgo a su bebé, el cual está calculado nacerá alrededor del 19 de septiembre próximo.
El caso ha provocado indignación y preocupación entre la sociedad y grupos como el proyecto Dilley Pro Bono, que recuerdan que el propio ICE se había comprometido a dejar en libertad a las inmigrantes que se encontrarán en el tercer trimestre de su embarazo.
En marzo de este año, el gobierno de Donald Trump anunció que las mujeres embarazadas no serían automáticamente liberadas de la custodia del ICE como ocurría en la administración de Barack Obama; sin embargo, en el mismo anuncio, la agencia indicó que “en general, en ausencia de circunstancias extraordinarias, ICE no detendrá a una mujer embarazada durante el tercer trimestre del embarazo”.
Interrogado al respecto, un portavoz de ICE dijo que no haría comentarios sobre casos específicos y señaló que la verborrea de su política “no era absoluta” y dejaba lugar a excepciones.
Otra preocupación para Murdza, quien representa a la mexicana, es que en la entrada principal del centro de detención hay un letrero que advierte que las mujeres embarazadas deben permanecer fuera debido a la presencia de varicela.
“Estamos a una hora y 15 minutos de San Antonio. Ahí es donde está el hospital más cercano”, se quejó Murdza, quien reconoció que la mujer ha recibido vitaminas prenatales, pero no otro tipo de atenciones, ya que la instalación no cuenta con un ginecólogo, reportó The Cut.
El mes pasado, una investigación de BuzzFeed reveló que los centros de detención de inmigrantes no cuidan a las mujeres embarazadas como es debido en su situación. Cinco de ellas dijeron que habían sufrido abortos espontáneos debido a las pésimas condiciones de la instalación, y algunas señalaron que habían sido esposadas alrededor del estómago.
