El gobierno de Donald Trump busca acelerar las deportaciones de migrantes en todo Estados Unidos. Según reportes del Washington Examiner, la Casa Blanca planea reemplazar a varios directores del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP), conocidos por aplicar tácticas más duras.

Aunque el gobierno no ha hecho un anuncio oficial, fuentes internas confirmaron que al menos una docena de directores del ICE, responsables de 25 oficinas locales, serán reemplazados de sus cargos en los próximos días.

El objetivo: más detenciones, más rápido

El cambio busca aumentar drásticamente el número de arrestos y deportaciones. Según fuentes del gobierno, el asesor principal Stephen Miller estableció una meta de 3 mil detenciones diarias. Sin embargo, el promedio actual es de solo mil 178 arrestos por día, lejos de la cifra necesaria para cumplir con el nuevo objetivo de un millón de deportaciones al año.

Trump considera que el ICE se ha movido con lentitud y quiere que la Patrulla Fronteriza, con una estructura más militarizada, asuma un papel clave para cumplir esas metas.

¿Quiénes son los objetivos de la migra con esta nueva estrategia?

Con la entrada de la CBP, la prioridad ya no es detener solo a migrantes con antecedentes criminales o con órdenes de deportación como lo establece el ICE. Ahora el objetivo oficial sería arrestar a cualquier persona sin estatus regular, sin importar si tiene historial delictivo o no.

Esta decisión marca un cambio importante en la política migratoria: la migra deja de concentrarse en casos específicos para pasar a una estrategia más amplia de detenciones en todo el país.

De hecho, Trump está usando el apoyo de la CBP, cuando esta solo actuaba dentro de un radio de 100 millas desde la frontera, pero ahora sus operativos llegan al interior del país.

Redadas más duras

Agentes de la Patrulla Fronteriza ya han participaron en operaciones en Chicago y Los Ángeles, la Operación Midway Blitz en Illinois, dejó más de mil 800 arrestos. Sin embargo, las redadas generaron denuncias por el uso excesivo de la fuerza.

Uno de los casos más criticados fue el del oficial Greg Bovino, quien lanzó gas lacrimógeno contra manifestantes en Chicago, pese a una orden judicial que prohibía ese tipo de acciones.

Si el reemplazo de los jefes del ICE se hace una realidad, los operativos podrían ser más amplios y frecuentes en las 12 ciudades.

Fuente: Conexión Migrante