Sam Shaw, The Waco Bridge.– La repentina deportación de Sergio García, un célebre chef de Waco conocido por su ceviche y espíritu comunitario, ha conmocionado al centro de Texas.
Después de 36 años en los EE.UU., García fue detenido por agentes de ICE afuera de su restaurante en marzo y deportado a Nuevo Laredo en 24 horas, a pesar de sus profundas raíces en la comunidad y sin antecedentes penales.
García, quien construyó su restaurante El Siete Mares desde cero y una vez atendió al cuerpo de prensa de la Casa Blanca durante la era Bush, ahora está en Monterrey, México, tratando de reconstruir su vida.
Su esposa, Sandra, fue deportada meses después. Sus cuatro hijos nacidos en los EE.UU. permanecen en Texas, luchando por reunir a la familia. Los abogados de inmigración dicen que la deportación de García refleja la renovada aplicación de antiguas órdenes de deportación por parte de la administración Trump, sin tener en cuenta décadas de residencia y contribución a la comunidad.
La historia de García simboliza el desmoronamiento de los sueños de inmigrantes de larga data y el miedo que se extiende entre las familias latinas de Texas.



