Ciudad de México.- Para visibilizar un problema que pone en riesgo la zona protegida del Aribabi en Sonora, el diputado federal, Carlos Alberto León García, integrante del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, presentó punto de acuerdo en el Congreso de la Unión para exhortar a diversas a autoridades a revisar el proyecto del Tren Ímuris, con el objetivo de evitar impactos negativos en zonas de conservación ecológica, preservar áreas arqueológicas y proteger los derechos de productores agrícolas y propietarios de bienes inmuebles.

“El proyecto del Tren Ímuris, conocido también como el “Tren Fantasma”, inició su construcción sin la necesaria Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), lo cual impidió una consulta previa, libre e informada con la población afectada, contraviniendo las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos; así como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales. A pesar de que la MIA fue publicada en abril de este año, la obra ya está bastante avanzada, causando daños irreparables al medio ambiente y a la propiedad de las y los ciudadanos” indicó Carlos León.

El área de Aribabi en Ímuris y parte del corredor biológico Sierra Azul, está en riesgo. Esta región es vital para la conservación de la biodiversidad en Norteamérica, siendo una ruta migratoria crucial para especies como osos negros, ocelotes y jaguares, muchos de ellos en peligro de extinción.

Además, la ruta del tren pasa cerca de la Misión de Cocóspera, una zona arqueológica protegida por el INAH. La construcción comenzó sin consultar ni informar al INAH, poniendo en peligro este importante patrimonio histórico. En Nogales, Sonora, el trazado afecta a tres colonias emblemáticas, obligando a reubicaciones e indemnizaciones que no han sido gestionadas de manera justa.

Carlos León García, destacó la importancia de proteger las áreas naturales, el patrimonio histórico y los derechos de las comunidades afectadas. “El proyecto del Tren Ímuris no puede avanzar sin una evaluación exhaustiva de sus impactos ambientales y sociales. Es vital proteger nuestras áreas naturales, nuestro patrimonio histórico y los derechos de las comunidades afectadas,” afirmó el Diputado.

El planteamiento de exhorta incluye a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales a realizar una revisión exhaustiva de la Manifestación de Impacto Ambiental del Tren Ímuris para evitar daños irreversibles al medio ambiente; la intervención del Gobierno de Sonora para detener las obras de construcción y que el Instituto de Ingeniería de la UNAM revise la viabilidad del proyecto y haga públicos los resultados; igualmente al Instituto Nacional de Antropología e Historia para que verifique as posibles afectaciones en zonas arqueológicas cercanas al trazado del tren para proteger el patrimonio del país.