Columna de la periodista Araceli Celaya de Ariete Caborca

El próximo 20 de abril empiezan se “acompleta” la oferta política en campaña, cuando los candidatos a la presidencias municipal, así como los candidatos a las diputaciones locales se suman a los aspirantes al Senado y diputaciones federales ante el gran temor de un tema que está cada vez más cercano a su diario caminar, la violencia.

Ya a nivel nacional hemos visto que van varios aspirantes a puestos de elección popular que han sido ejecutados o amenazados para que abandonen sus aspiraciones y eso ya es una agresión directa a la sociedad civil.

En Sonora a pesar de que el gobierno de Alfonso Durazo a tratado de ocultar, la guerra civil que se vive a lo largo y ancho de la entidad, es más que evidente que Morena negoció con los grupos delictivos que se apoderaron de la tranquilidad de nosotros, los ciudadanos.

Y sin respuestas ni resultados en el tema de seguridad, Morena saldrá de nuevo a pedirnos que votemos por ellos, mientras el gobierno estatal, guarda silencio, se esconde y planea dejar pasar 3 años más de violencia, ejecuciones y desaparecidos, y no asumen su responsabilidad para regresar a la paz y la seguridad de sus ciudadanos.

A nivel nacional ya van 22 aspirantes a puestos populares ejecutados en lo que va del primer mes, y aún cuando el Instituto Estatal Electoral es el que organiza las elecciones, será el gobierno estatal y federal, los encargadas de garantizar la seguridad de los aspirantes, y veremos sí logran ocultar las zonas de guerra que fueron abandonadas por sus pobladores dejando vestigios de casas, vehículos y maquinaria quemadas, abandonadas como muestra de lo que sienten las comunidad.

Los sonorenses vivimos bajo la zozobra de estar al mando de grupos armados ante la ausencia de las autoridades que tenga presencia y de resultados.