La Secretaría de Educación y Cultura (SEC) estableció ocho regiones alrededor de todo el estado de Sonora para implementar protocolos de actuación en caso de que ocurra una balacera afuera de las escuelas, donde ya se capacitó a todas las autoridades educativas, informó Aarón Grajeada Bustamante.

El secretario de Educación recordó que en Sonora ocurrieron dos hechos de impacto afuera de escuelas en el municipio de Guaymas; sin embargo, se trabajó en establecer estos protocolos en todo el estado junto con la Secretaría de Seguridad Pública y cuerpos de rescate.

“Tenemos hoy establecidos a nivel de Sonora ocho regiones donde estamos trabajando con toda la estructura educativa para atender hechos de armas fuera de los planteles, tenemos excepciones, Sonora tuvo dos hechos importantes, pero se trabajó en protocolos a nivel estado”.

Detalló que en este proceso de capacitación se atendió a dos mil 200 autoridades educativas, que son directores, jefes de Sector y supervisores, a quienes se les recordó este protocolo de actuación y que ya saben cómo deben reaccionar en caso de un disturbio donde haya armas de fuego afuera de las escuelas.

¿Qué dice el protocolo?

El protocolo marca para los brigadistas, que primero deben establecer comunicación al número de emergencia 911, activar una señal de alarma y tener a la mano los números de toda la comunidad educativa; se deben asegurar puertas y ventanas, y localizar a todo el personal educativo para que se resguarden.

También marca que deben realizar actividades para que toda la comunidad educativa mantenga la calma, instalar un salón para brindar primeros auxilios y establecer una coordinación con Protección Civil Estatal.

En el caso de los niños se les recuerda primero estar tranquilos, no correr, no empujar y no gritar, resguardarse en su salón de clases, escuchar las indicaciones del maestro, recostarse en el piso y guardar silencio.

También no acercarse a puertas ni ventanas, ayudar a niños que requieran atención especial, ayudar a los compañeros a mantener la calma y esperar las órdenes de maestros o supervisores.