La FIFA descartó sancionar a Indonesia después de que el lanzamiento de gas lacrimógeno en un estadio causó una batalla campal que provocó la muerte de 131 personas, incluidos 17 niños, informó el presidente del país, Joko Widodo.

El gobernante dijo que el presidente de la FIFA, Giani Infantino, que previamente había solicitado una investigación, le envió una carta para explicarle la posible colaboración entre Indonesia y el organismo rector del futbol, e indicarle que el país se mantiene como sede de la Copa Mundial Sub-20 del año próximo, en la que participarán 24 naciones.

“Con base en la carta, gracias a Dios, el futbol indonesio no será sancionado por la FIFA”, dijo Widodo en un video difundido el viernes en la noche en el canal de YouTube de la presidencia.

En sus protocolos de seguridad, la FIFA se manifiesta en contra del uso de gas lacrimógeno dentro o en los alrededores de los estadios y recomienda que los portones de salida no estén cerrados totalmente durante los cotejos.

Conseguir la organización de la Copa del Mundo Sub20 del año próximo —un hito en el desarrollo del futbol en Indonesia— había aumentado las esperanzas de un torneo exitoso que marcara un giro frente a los persistentes problemas que han opacado al balompié en esta nación de más de 277 millones de habitantes.

Sin embargo, las estampidas mortales suponen un trágico recordatorio de que Indonesia es uno de los países más peligrosos para asistir a un partido.