Un neuropsicólogo llamado a declarar por los abogados de Nikolas Cruz, el autor de la masacre de 17 personas en una secundaria de Parkland en Florida, señaló este lunes que el consumo de alcohol y cocaína de la madre biológica durante el embarazo causó daños al feto.

Las declaraciones del especialista son para que el joven de 23 años sea condenado a cadena perpetua y no a la pena de muerte, busca su defensa.

El neuropsicólogo Paul Connor declaró en una audiencia que, según los registros médicos y testimonio de testigos, Brenda Woodart, la madre biológica de Cruz, ahora de 23 años, bebió y consumió cocaína durante gran parte del embarazo antes del nacimiento de Cruz, en 1998.

Woodard, que falleció en 2021 y ejerció la prostitución en la ciudad de Fort Lauderdale, al norte de Miami, entregó al bebé en adopción al nacer a sus padres adoptivos, Lynda y Roger Cruz.

En una comparecencia telemática, Connor dijo al jurado que las personas con “trastorno del espectro alcohólico fetal” muestran, a edad temprana, anomalías motoras, conductuales y cognitivas, problemas que un testimonio anterior de la defensa aseguró que tenía Cruz.

La abogada de oficio Melisa McNeill, quien lidera la defensa de Cruz, fundamentó sus alegatos desde que empezó su turno con base al historial de Cruz, quien a los tres años tuvo su primera cita con un psiquiatra tras descubrirse que tenía dificultades de aprendizaje y años después, durante la escuela intermedia, empezó a desarrollar una fijación por las armas de fuego.

McNeill ya se había retrotraído en otras audiencias hasta la madre biológica de Cruz, una adicta a la drogas y sin hogar que no detuvo el fuerte consumo de sustancias a pesar de su estado de embarazo, como lo prueban los expedientes de arresto por posesión y compra de cocaína durante 1998.