La inflación más alta desde 2000 se ha ensañado con el producto básico de la dieta mexicana, la tortilla de maíz, un mal que aqueja en particular al estado de Sonora, donde el kilo llega a venderse en 30 pesos, el precio más alto del país.

Aunque según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que monitorea los precios a nivel nacional, el costo promedio del kilo de la tortilla en Sonora es de 21.6 pesos, la realidad es que en Hermosillo, la mayoría de las tortillerías ya vende el kilo en 30 pesos o más.

“He sabido que ha llegado a 30 o 31 pesos. ¿Por qué? Por los insumos, nuestro principal ingrediente es la harina y ya van dos aumentos en el año, uno de 14 pesos y después 26 pesos”, explicó este lunes a EFE Óscar Padilla, de la Tortillería Santa Fe en Hermosillo.

Esto implica “40 pesos más por saco, que en una tonelada significan 2 mil pesos más de costos. También el bidón de aceite para freír totopos su precio se disparó de 600 a mil pesos y el gas ni se diga”, ahondó Padilla.

El negocio familiar del comerciante ha mantenido el precio en 29 pesos, pero otras tortillerías han cerrado o han despedido empleados.

Además, Padilla y otros pequeños comerciantes denuncian competencia desleal de los grandes negocios.

“En los supermercados yo he visto kilos de tortilla en 15 o 14 pesos, pero ellos no ganan con eso, es un producto gancho para atraer clientes que van por tortillas baratas y hacen el mandado, además a ellos les venden mucho más baratos los insumos”, expuso.