Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que el dirigente social que más admira es a Jesucristo “por su entrega y amor a los desposeídos”, las reacciones no se hicieron esperar.

Una de las más fuertes fue de la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Lilly Téllez, quien a través de su cuenta de Twitter tundió fuerte al mandatario mexicano, al asegurar que aunque dice admirar a Jesucristo, él parece el diablo.

“Admira a Jesucristo pero se parece al diablo”, escribió Téllez de manera contundente.

En otro mensaje, la senadora del partido blanquiazul recordó que Jesucristo hizo obras magníficas, situación contraria a las que ha realizado el actual mandatario mexicano.

“Jesucristo multiplicó los panes para los pobres, curó a los enfermos y resucitó muertos. AMLO multiplicó la miseria para los pobres, la muerte a los enfermos y la pérdida violenta de vidas”, enfatizó.

En otro tuit, la legisladora señaló: “A ese presidente que vive en un palacio, le voy a llevar jabón Zote para que se lave la bocota”, sentenció.

Cabe recordar que durante su tradicional conferencia mañanera en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, López Obrador aseguró que al dirigente social que más admira es a Jesucristo ya que por su labor a favor de los pobres, fue acusado de alborotador y de agitador del pueblo, motivo por el que lo crucificaron.

Pero eso no fue todo. El titular del Ejecutivo federal dijo que también se identifica con el Papa Francisco.

Si me piden que yo exprese cuál es mi dirigente social más admirado, al que respeto más por su entrega a favor de los desposeídos es Jesús Cristo, que – de acuerdo a mi interpretación teológica – encabezó un movimiento en favor de los pobres, y por eso los poderosos de su época, lo seguían, lo espiaban, lo llamaban `alborotador del pueblo´, `agitador del pueblo´ y lo crucificaron. Y también por eso me identifico con el Papa Francisco”, dijo.

Los dichos del presidente mexicano ocurrieron luego de que criticara los señalamientos de algunos sacerdotes católicos respecto a su estrategia de seguridad.

Pese a que López Obrador ofreció “amor y paz” al clero, advirtió que “hay una mano negra” por parte de sus adversarios que busca “echarnos encima” a la iglesia.

“Los adversarios nuestros como no han podido  imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos en una polémica con la Iglesia, no; hablando de lo mismo: ¡Amor y paz!”, dijo.

Nos identificamos muy bien con el Papa Francisco, y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias, no, que nadie se confunda (…) Llevamos muy buena relación con todas las iglesias. Esto lo estoy viendo porque los estrategas del conservadurismo están pendientes y están viendo por dónde (atacarnos), porque no le salen las cosas”, aseguró López Obrador.