Marco López, demócrata de origen mexicano, se mantiene firme en la carrera por la gubernatura de Arizona: una encuesta lo coloca en segundo lugar de preferencias y la salida de la contienda de Aaron Lieberman, quien se ubicaba tercero, le beneficia.

Con la salida de Lieberman, López, nacido en Sonora y criado en Nogales, Arizona, queda en la contienda con Katie Hobbs. Las primarias en Arizona tendrán lugar el 2 de agosto y ahí se definirá quién de los dos se queda con la candidatura demócrata, con miras a las elecciones del 8 de noviembre.

Una encuesta de Ele US Social & Market Research realizada entre marzo y abril mostraba a López en segundo lugar, con 21% de personas que dijeron conocerlo y 54% con una imagen positiva de él. Hobbs se ubicaba primero, con 71% de personas que dijeron conocerla, pero sólo 23% con opinión positiva.

De los tres aspirantes demócratas existentes al momento de aplicar la encuesta, López resaltó como el aspirante del que se tiene mejor percepción, con 35%.

Sin embargo, el pasado 27 de mayo Lieberman, exlegislador estatal, se bajó de la contienda, consciente de que no lograría la candidatura.

“Entré en esta contienda porque me importa profundamente el futuro de Arizona, y creo que tengo las habilidades y experiencia necesarias para ayudar a hacer de este gran estado uno mejor como gobernador”, señaló, de acuerdo con una declaración. “Aunque mantengo la misma confianza, está claro para mí que no hay un camino realista para mí en esta contienda este año, y le debo a las personas que han apoyado generosamente nuestra campaña el ser honesto con ellas”, añadió.

Este retiro impulsa más la candidatura de López, dado que ocho de cada 10 de los seguidores de Lieberman prefiere a quien fuera jefe de personal de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama sobre Hobbs. Sólo uno de cada 10 la prefiere a ella, mientras que uno de cada 10 aún no toma una decisión, lo que representa una ventana de oportunidad para López.

López solicita debate con Hobbs

El aspirante de origen mexicano ha solicitado en una carta abierta un debate con Hobbs, y mostrado su disposición a presentarse en la fecha y hora que convenga a Hobbs, dado que la secretaria de estado de Arizona se negó a debatir en la fecha programada, 30 de junio, argumentando conflictos de agenda.

De acuerdo con estudios realizados, un factor relacionado con la negativa de Hobbs a debatir es que entre más la conocen los ciudadanos de Arizona, más aumentan las opiniones negativas sobre ella, y es por eso que estaría evitando los eventos con los demás candidatos.

“Aunque ciertamente creo que la secretaria Hobbs sí tiene un conflicto de agenda, algunos pueden pensar que está usando esto como una excusa para esconderse del público… ignorando el proceso democrático y la capacidad de decisión de los votantes. Los ciudadanos de Arizona merecen escuchar a todos los candidatos que se presentan a la gobernación para que puedan decidir por sí mismos quién es el mejor candidato para representarlos. Esto es parte del proceso democrático, del que la Secretaria de Estado Hobbs dice ser su mayor defensora”, señaló López en su carta.

La aparición de Hobbs en la boleta electoral para la contienda por la gubernatura presenta otro problema: el senador Mark Kelly, quien busca la reelección, tiene menos oportunidades de ganar si ella está en la boleta, de acuerdo con la encuesta de Ele (50% con López, 48% o menos con Hobbs). En otras palabras, los demócratas correrían el riesgo de perder el control del Senado en las elecciones de noviembre.

La encuesta señala que “si bien los niveles de conocimiento” de la ciudadanía sobre López “pueden mejorar”, la “opinión positiva sobre López es buena. Su candidatura impulsa el voto latino que, a la vez, mejora los números del Partido Demócrata, no sólo en la elección para gobernador, sino para el Senado” estadounidense.

El estudio indica que “es importante comunicar que López representa un cambio real, tanto en el Partido Demócrata como en la política en Arizona, en general, y que tiene la experiencia necesaria para sacar adelante el estado, siendo honesto y entendiendo lo que la gente realmente necesita”.

Aunque el estudio muestra que 34% de los encuestados se identifica más con el Partido Republicano, 31% dijo sentirse más identificado con los demócratas, por lo que las posibilidades de triunfo son buenas.