Liverpool le repitió la dosis al Chelsea. Así como le ganó la Final de la Carabao Cup hace unas semanas, la FA Cup se la quitó de la manos de la misma forma, en tanda de penales llegando hasta la muerte súbita.  Ahora van por la Champions League en un par de semanas en París ante Real Madrid.

Los del puerto no tuvieron un juego magnífico, ya que perdieron a Salah por lesión, sin embargo, les alcanzó para levantar su octavo título de la FA Cup, el cual no ganaban desde 2006, lo que les da más fuerza para la gran cita del 28 de mayo.

Liverpool tuvo un bajón con la salida de Salah

El primer tiempo fue totalmente para el Liverpool, los Reds tuvieron un comienzo avasallador donde Luis Díaz fue el orquestador del futbol ofensivo de los de Merseyside, pero la puntería no estuvo fina.

Los de Klopp fueron manejando el encuentro, pero todo se fue descomponiendo con la lesión de Mohamed Salah, que tuvo que salir por problemas en el muslo derecho. Entonces los del Liverpool bajaron un poco sus revoluciones, pues si bien estaban en una Final la cita importante es el próximo 28 de mayo.

El Chelsea fue tomando mayor protagonismo con el pasar de los minutos, pero la puntería de los Blues tampoco estaba fina, el juego de Lukaku fue para el olvido y ahí recayeron la mayoría de sus problemas en ataque.

La parte complementaria fue muy pareja, las ocasiones de gol escasearon, ambos equipos se nulificaron por completo y tuvieron que llevar el encuentro al tiempo extra.

En el alargue el partido se mantuvo en la misma tónica, las ocasiones de gol se quedaron escasas y fue entonces que el trofeo más antiguo del mundo se tuvo que definir en la tanda de los penales.

Desde el punto penal el Chelsea estuvo sobre las cuerdas porque el segundo penal lo falló Azpilicueta. El título estuvo en manos del Liverpool hasta que Mané falló el último penal y se tuvieron que ir a la muerte súbita, donde los Reds se quedaron con el campeonato tras la falla de Mount gracias a una gran atajada de Allison y luego un tanto de Tsimikas, que terminó por entregarle el trofeo a los de Merseyside.