Marco López, demócrata de origen mexicano, se convirtió este jueves en el cuarto latino en la historia de Arizona en calificar para estar en la boleta como candidato a gobernador.

“Hoy, en el Día de César Chávez, me convertí en el cuarto latino en la historia de este estado en calificar para la boleta electoral como candidato a gobernador”, dijo Marco López en la página de su campaña. Es, además, el primero de los precandidatos demócratas en la gubernatura en calificar para estar en la boleta electoral.

“Al igual que César Chávez, mi padre trabajó en duras condiciones como trabajador agrícola de temporada. Ahora, su hijo tiene la oportunidad de dirigir el cargo más alto del estado. Esa es la historia del inmigrante, y por eso esta lucha es personal para mí”, añadió.

López calificó para estar en la boleta al conseguir 11 mil 655 firmas. Nacido en Sonora, en México, y criado en Nogales, Arizona, se graduó de abogado en la Universidad de Arizona y a los 21 años compitió por la alcaldía de Nogales y ganó. Se convirtió, así, en el alcalde más joven en la historia de Estados Unidos.

Tras ganar dos elecciones a la alcaldía, la entonces gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, lo designó como director ejecutivo de la Comisión Arizona-México. A fines de 2006, Napolitano lo convirtió en su asesor principal. La asesoraba en el Capitolio estatal de Arizona en asuntos ligados a la relación política con otros países y al nexo comercial con México.

Apenas dos años después, López era designado como director del Departamento de Comercio de Arizona.

Cuando el presidente Barack Obama designó a Napolitano como secretaria de Seguridad Nacional, López fue nombrado jefe de personal de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos. Se mantuvo en ese cargo hasta 2011, cuando decidió comenzar su propio negocio en Arizona, llevando internet de alta velocidad a un millón de familias de escasos recursos.

Busca la gubernatura de Arizona

Ahora, López está decidido a buscar la gubernatura de Arizona porque “cree que la Promesa de Arizona aún es posible, pero para demasiadas personas en nuestro estado, eso aún está fuera de su alcance”.

Tras el importante triunfo de este jueves, López señaló que “no podemos hacer que Arizona funcione para las familias trabajadoras y mantener la mayoría demócrata de nivel federal sin las comunidades diversas que han hecho fuerte a este partido. Necesitamos pelear con uñas y dientes por sus votos, como han hecho los republicanos”.

Los demócratas, insistió, necesitan “apoyar a un candidato que pueda emocionar y empoderar a las comunidades diversas de Arizona, porque con los ataques [republicanos] al derecho al voto, lo más fácil que pueden hacer esas comunidades es quedarse en casa. Yo soy ese candidato”.

Las primarias en el estado tendrán lugar el 2 de agosto. Si López logra la candidatura, y el 8 de noviembre la gubernatura, se convertirá en el primer gobernador de origen latino en el estado en 50 años.

Los otros tres candidatos latinos que antes que López calificaron para aparecer en la boleta son: el exgobernador Raúl Castro, el exsenador Alfredo Gutiérrez y David García.

Hijo de migrantes mexicanos que decidieron buscar en Estados Unidos una mejor calidad de vida, López dijo el año pasado, en entrevista con EL UNIVERSAL, que las elecciones en Arizona representan la oportunidad para que “nuestra propia comunidad se levante y diga esto ya no más, que no sea un estado antiinmigrante, terminar con ese primer instinto de los candidatos republicanos, que es la división y el odio”.

Defensor de la comunidad trans, López aseguró a este diario que de ganar la gubernatura, “empujaré para que el gobierno federal tome las medidas para resolver el problema migratorio. Es algo que el país necesita incluso económicamente para poder seguir incrementando la base de empleo y tener los trabajadores para que esta economía pueda seguir fuerte. Es lo que tenemos que lograr y a lo mejor este presidente sí lo entiende y logra sumar los votos para hacerlo realidad”.