El derrumbe de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México que dejó 26 muertos el pasado 3 de mayo se debió una “falla estructural” de la construcción, reveló el peritaje preliminar independiente realizado por la empresa noruega DNV.

“El incidente fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el procesos constructivo”, expresó en un mensaje a medios el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva Medina, al leer las conclusiones del primero de los tres informes preliminares del peritaje.

El estudio, presentado en un acto con presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y representantes de la empresa DNV, reveló que en las trabes del puente colapsado faltaban pernos, había soldaduras incompletas y diferentes tipos de concreto.

Además, alguna de las obras no coincidían con el “plano de diseño” original.

En cambio, el informe destacó que la línea operaba “cumpliendo con los protocolos de mantenimiento rutinario”, por lo que no se perfilaría por ahora ninguna negligencia del actual Gobierno de Sheinbaum.

DNV, que sigue estudiando la falla, presentará el segundo informe el próximo 14 de julio y el tercero y definitivo el 30 de agosto de este año.

Además, el Colegio de Ingenieros Civiles de México presentará este jueves su propio informe.

La tragedia ocurrió el 3 de mayo por la noche cuando cedió una viga de un puente elevado de la Línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, provocando la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de “V”.

El accidente golpeó la imagen del exalcalde y actual canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien construyó la llamada Línea Dorada en 2012, y de la actual alcaldesa, pues ambos aspiran a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador en 2024.

En su turno de palabra, Sheinbaum insistió en que es un “reporte preliminar” por parte de DNV, por lo que quedan “otros procesos” a seguir y todavía se siguen haciendo “diversos estudios”.