El gobierno de los Estados Unidos comenzará a exigir a cada visitante que pise el país una prueba de coronavirus negativa antes de abordar cada avión. Así lo adelantó en exclusiva el diario The Wall Street Journal. La orden sería emitida este martes por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en coordinación con la Casa Blanca, luego de haber estudiado las implicancias de la medida durante semanas.

De confirmarse la información del prestigioso periódico norteamericano, la orden comenzaría a hacerse efectiva a partir del 26 de enero próximo, según una fuente que se mantuvo en anonimato pero adelantó algunos detalles de la resolución. La orden de carácter universal también incluirá a los ciudadanos norteamericanos que busquen retornar al país.

El primer paso en tal sentido fue dado por la administración Trump hace unas semanas, cuando emitió la misma medida en aquellos pasajeros cuyo vuelo despegara del Reino Unido, donde una nueva cepa provocó una serie de nuevas restricciones en la nación europea. Esa normativa comenzó a regir -para los británicos y quienes viajaran desde allí a Estados Unidos- a partir del 24 de diciembre pasado.

De acuerdo al medio neoyorquino, “las aerolíneas estadounidenses han expresado su apoyo al nuevo requisito” en un principio, sin embargo argumentaron que tales test “deberían reemplazar las restricciones de viaje y las cuarentenas para reducir la propagación del COVID-19″. La industria fue una de las más golpeadas por las prohibiciones de vuelos en todo el planeta y afronta una de las crisis más duras de su historia.

La idea sobre las pruebas negativas de coronavirus ya había sido expuesta al vicepresidente Mike Pence en los primeros días del 2021, cuando Nick Calio, CEO de Airlines for America le dijo que podrían contribuir con el sector. “Creemos que un programa bien planificado centrado en aumentar las pruebas de los viajeros promoverá estos objetivos de una manera mucho más eficaz que las restricciones generales de viaje actualmente en vigor”, comentó Calio el 4 de enero pasado en su encuentro con el vice de Trump.