El médico del presidente Donald Trump, Sean Conley, aseguró que el mandatario de los EEUU “está muy bien”. Según detalló, lleva 24 horas sin fiebre y se siente bien. “Estoy como si pudiera irme hoy”, dijo el mandatario según reveló su equipo médico en al conferencia de prensa. Trump, de todas formas, continuará ingresado, pero la frase -explicaron- es un buen signo.

“La primera semana de Covid y en particular los días siete a diez son los más críticos para determinar el probable curso de esta enfermedad. En este momento el equipo y yo estamos muy contentos con el progreso que ha hecho el Presidente”, dijo Conley y agregó: “El jueves tuvo una leve tos y algo de congestión nasal, fatiga, todo lo cual se está resolviendo y mejorando”.

“Esta mañana el Presidente está muy bien”, insitió Conley. “Como se informó ayer, en consulta con este grupo, recomendé que lleváramos al Presidente a Walter Reed como medida de precaución para proporcionarle el monitoreo más avanzado y cualquier cuidado que pueda necesitar”. El médico presidencial aprovechó la conferencia de prensa para presentar al equipo multidisciplinario que lo atiende: los médicos Sean N Dooley, John Hodgson, Wesley R Campbell, Jason M. Blaylock, Robert Browning, Brian Garibaldi, y las enfermeras Juliana Lavopa y Megan Nasworthy

También, detalló que “el nivel de saturación de oxígeno del mandatario es del 96%, por lo que no se le suministra adicionalmente”.

“Lo estamos monitoreando muy de cerca por cualquier evidencia de complicaciones ya sea de la enfermedad del coronavirus o de las terapias que estamos prescribiendo para mejorarlo”, dijo Dooley, otro de sus médicos. “Está de un humor excepcionalmente bueno”.

Además, reveló que las funciones cardíacas, renales y hepáticas del Presidente son normales.

El médico sorprendió, no obstante, al mencionar que van “72 horas” desde el diagnóstico del presidente, un tiempo que no coincide con el anuncio público del test positivo de Trump hecho en la madrugada del viernes. Pero la Casa Blanca aclaró luego que Conley se refería a que este sábado es el tercer día desde que el test de Trump dio positivo el jueves en la noche.

Después de la conferencia, una fuente de la Casa Blanca, anónima, informó a los periodistas acreditados un panorama diferente y aseguró que las próximas 48 horas serán críticas. “Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que respecta a sus cuidados. Aún no estamos en un camino claro hacia su completa recuperación”, dijo.

El propio presidente, de todas formas, dejó su agradecimiento en Twitter. “Médicos, enfermeros y TODO el personal de GRAN Hospital Walter Reed y las demás instituciones similares son ESTUPENDAS!!! SE han conseguido enormes progresos en los últimos seis meses para combatir esta PLAGA. Con su ayuda, me siento bien!”, escribió en su cuenta personal.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue hospitalizado por “precaución” este viernes por la tarde, apenas 18 horas después de recibir el diagnostico positivo por la COVID-19 y de experimentar síntomas leves de la enfermedad. La de este viernes fue una jornada frenética en Washington, con rumores sobre la salud de Trump y rastreo de sus contactos recientes, como el demócrata Joe Biden, que anunció que se había sometido a una prueba con resultado negativo.

Por la tarde y casi por sorpresa, el mandatario fue trasladado en helicóptero al hospital militar Walter Reed, en Maryland, donde permanecerá ingresado por tiempo indefinido ejerciendo sus funciones desde las oficinas presidenciales del centro médico.

Minutos antes Trump había salido caminando delante de las cámaras de televisión al jardín de la Casa Blanca para tomar el helicóptero que le ha trasladado al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en la que ha sido su primera aparición pública tras confirmarse la pasada madrugada su positivo por coronavirus.

Trump abandonó la mansión presidencial con una mascarilla, saludando a las cámaras y levantando el pulgar.

Durante el día, Trump recibió de su médico presidencial una dosis de ocho gramos del cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron conocido como REGN-COV2, sin embargo, ya en el Walter Reed inició terapia con el antiviral Remdesivir.

El Remdesivir es uno de los pocos fármacos que han probado ser útiles contra la COVID-19 y Estados Unidos acaparó en junio toda su producción, de la empresa estadounidense Gilead, en un movimiento que provocó críticas de otros países.