La muerte de un pingüino en Brasil ha aumentado la preocupación de los ambientalistas ante el creciente aumento de los desechos de la pandemia, pues este espécimen murió a causa de un cubrebocas N95 el cual ingirió pensando que era alimento provocando su muerte.

Para los expertos y ambientalistas los residuos derivados de la pandemia de Coronavirus representan una nueva amenaza para la fauna marina, la cual cada vez es más vulnerable.

El cadáver de este pingüino fue descubierto hace una semana en la playa de Juquehy, en el litoral norte de Sao Paulo, y sometido a una autopsia por la ONG Instituto Argonauta para la Conservación Costera y Marina, organismo que centra su trabajo en la rehabilitación de especies marinas afectadas por los residuos lanzados al mar.

Fue justamente durante la autopsia que un cubrebocas negro N95 fue hallado en el interior del estómago de esta especia, los expertos señalan que el animal estaba extremadamente debilitado lo que ocasionó su muerte, según confirmó este miércoles la ONG.

Manejo inadecuado de los residuos de la pandemia

Hugo Gallo Neto, oceanógrafo presidente del Instituto Argonauta, destacó que este tipo de problemas para la fauna marina están siendo generados por el desecho inadecuado de los residuos generados durante esta pandemia.

Desde hace algún tiempo venimos encontrando máscaras, hemos localizado unas 135 por el momento, y el caso del pingüino es el primero de un animal que probablemente murió por la ingesta de basura de la pandemia, comentó el oceanógrafo

Cabe señalar que los pingüinos de Magallanes migran todos los años desde la Patagonia Argentina en busca de alimentos, pero una parte de ellos se pierden y acaban en las playas de Brasil.

Es un problema muy serio y Brasil tiene una política poco eficiente en el combate a la cuestión de la basura en el mar. Eso pasa por un problema de educación de la población, gestión, fiscalización y legislación por parte del poder público, concluyó Hugo Gallo Neto.