Armados con palos y azadones, miles de campesinos, mujeres, ancianos y niños de varios municipios enfrentaron a elementos de la Guardia Nacional y lograron desalojarlos de la presa La Boquilla, en San Francisco de Conchos, para cerrar las compuertas de desfogue y evitar la extracción de agua.

Los campesinos soportaron gases lacrimógenos y la resistencia de la Guardia Nacional, pero superaron en número a los uniformados, quienes subieron sus pertenencias a varias camionetas y se retiraron para evitar mayores daños.

Protección Civil reportó media docena de campesinos con lesiones leves, derivado de la reyerta, y de la Guardia Nacional no hay reportes.

El campamento que se encontraba en el lugar fue incendiado por algunos inconformes.

Al respecto, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, llamó la gobierno federal a dar una solución definitiva al problema del agua frente a una severa sequía que enfrentan los productores locales.

El cierre de las compuertas es para evitar que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) extraiga agua de las presa de Chihuahua para cumplir con el Tratado Internacional de Aguas.

El pasado 19 de agosto, cientos de campesinos a bordo de sus camionetas, tractores y camiones ingresaron a la ciudad de Chihuahua para concentrarse en el palacio de gobierno, protestando por la extracción de agua que hace Conagua de las presas locales.

Se trató de productores de varios municipios como Delicias, Camargo, Meoqui, Jiménez y Aldama, quienes exigieron a los gobiernos estatal y federal que dejen de extraer agua de las presas El Granero, La Boquilla y Las Vírgenes, con las cuales se paga la cuota a Estados Unidos por el Tratado Internacional de Aguas.