La Coalición por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Illinois (ICIRR), pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que “de una forma firme y diplomática”, le deje saber al presidente Donald Trump que los casi 40 millones de mexicanos que viven en ese país son individuos trabajadores, con valores y principios morales buenos, no delincuentes, violadores, narcotraficantes, ni asesinos.

En una carta abierta la organización señala: “Nuestro único pecado es ser pobres, pero con una gran virtud: La del coraje. El coraje y el hambre que tenemos para cambiar la situación y la de nuestras familias. Conformamos un pueblo que con dignidad y respeto, busca el derecho natural a ser feliz y tener un trabajo digno y decente”.

Le pidió interceder por los 11 millones de indocumentados, en la gran mayoría, mexicanos y pedirle al mandatario estadounidense apoyar a los 700,000 jóvenes beneficiados por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés); los más de dos millones que por múltiples razones no pudieron ingresar en este esquema y que hoy son adultos a quienes sus papás los trajeron en su infancia.

Asimismo, le pidieron interceda por los padres, familiares y amigos indocumentados, a los que el propio mandatario ha llamado “héroes vivientes” y el presidente Donald Trump los califica de “trabajadores esenciales” en tiempos de pandemia Covid-19, no obstante, a diario viven aterrados con el gran temor a ser deportados y separados de lo que más quieren: Su familia.

En el documento señala que esta población vulnerable es el motor económico de los dos países. Trabaja todos los días, paga impuestos aquí y en México. Sus familias compran y gastan los 37,000 millones de dólares que envía en remesas.

“También contribuimos a un fondo de pensión: el ‘US Social Security’ el cual, si no puede cambiar o ajustar el estado migratorio, al envejecer, ese dinero ya no se ve. Muchos de estos mexicanos terminan viejos en nuestros pueblos viviendo de lo poco que pudieron ahorrar o de las remesas que mandan sus familiares, si fuera el caso”.

Afirmó que los indocumentados son un botín.

Destaca que el sistema de inmigración tiene grandes presupuestos federales para acosarlos, perseguirlos y encerrarlos, poniendo a sus niños en jaulas como “si fuesen perros en centros de detención privados, obligando a pagar fuertes cantidades en multas, fianzas y abogados”.

La organización le recordó a López Obrador que prometió que los consulados en Estados Unidos serían auténticas defensorías. “Hoy le pedimos que hable y levante la voz por nosotros y que esta promesa pueda ser una realidad proporcionando representación legal en los Consulados para los que tengan caso legal, ajusten su estado migratorio”.