El Cañón de las Barajitas en Sonora es un lugar excepcional, en el converge el desierto, el mar y las montañas, símbolos recurrentes de las tradiciones de la humanidad, pues rememoran la eternidad. Este lugar es ideal para los que gustan de la exploración, para aquellos que saben que cada aventura transforma las vida del viajero.

El área, ubicada a 27 kilómetros de San Carlos, cuenta con una extensa playa virgen de 1,000 metros. El cañón, por su parte, mide aproximadamente 9 kilómetros, y su boca, que se une a la costa, posee dos kilómetros de costa. En sus aguas existe una gran diversidad de fauna marina.

El Cañón de las Barajitas es considerado un lugar sagrado por los seris, un pueblo originario del estado de Sonora. Seris proviene del vocablo yaqui que significa “hombres de arena”. Actualmente esta comunidad indígena habita principalmente en las islas Tiburón y San Esteban, contando con una población de 900 individuos aproximadamente.

Al no haber sido evangelizados formalmente durante la Colonia, cuentan aún con una gran cantidad de elementos cosmológicos de origen ancestral. En su sabiduría abundan los mitos sobre las estrellas, el mar y el desierto; así como los héroes y guerreros protectores de la naturaleza.

Aquí puedes realizar actividades como esnorqueleo, exploración de cuevas, kayak, pasear en velero o pescar. Entre la fauna que podrás contemplar se encuentra delfines, ballenas y mantarrayas. Si eres amante de las aves, también te será posible observar cerca 67 especies de pájaros. En el área terrestre podrás vislumbrar numerosos grupos de mapaches, conejos, ardillas y coyotes. También es hogar de la zorra gris, el venado cola blanca, los coatís, jabalíes y felinos. Planifica tu viaje, ya que es posible realizar excursiones en lancha hasta la isla de San Pedro Nolasco, que es santuario natural de los lobos marinos.

Una de las cosas sorprendentes es que dentro del Cañón de las Barajitas se genera un microclima que produce dos pequeños ecosistemas: un hábitat semidesértico y otro subtropical, ello le permite tener una mayor diversidad de flora y fauna.

Entre las opciones para descansar se encuentran algunas cabañas de madera. Toma en cuenta que es un lugar poco poblado y que el único acceso es vía marítima. Para partir hacia Las Barajitas debes embarcar en San Carlos.

Visita el Cañón de las Barajitas, un lugar para volver al silencio, ése que nos posibilita escuchar lo sagrado. Un lugar para exploradores, de aquellos que se buscan a sí mismos.