Obligados a elegir entre sus creencias y sus empleos, cuatro trabajadores de un restaurante en Ohio abandonaron el trabajo después que amenazaron con despedirlos por haberse negado a preparar tacos para cientos de policías que vigilaban unas protestas cercanas contra el racismo.

Los empleados de una sucursal en Columbus de Condado Tacos, una cadena regional de comida mexicana, se negaron a preparar comida para 250 agentes de la patrulla de caminos de Ohio que vigilaban las protestas por la muerte de George Floyd en Minnesota.

Esta medida modesta por parte de unos pocos trabajadores ha repercutido en todo el país, obligando a la gerencia a cerrar temporariamente dos locales de esta cadena en rápida expansión y provocado un debate sobre la libertad de expresión en el trabajo.

Jake Widdowson, de 25 años, se presentó el lunes en el trabajo y se enteró de un pedido de 500 tacos para los agentes. Widdowson se oponía a cumplir ese pedido a la luz de las protestas por Floyd y así se lo dijo al gerente.

La muerte de Floyd, un hombre negro, a manos de la policía ha provocado protestas contra el racismo y la brutalidad policial en todo Estados Unidos. En Columbus se han presentado denuncias contra la policía por el empleo de garrotes y gases lacrimógenos.