En la ciudad de Rawson, en Chubut, Argentina, un fiscal calificó una violación múltiple como un “desahogo sexual”. Seis  jóvenes violaron a una menor de edad, pero sólo han sido juzgados por abuso sexual.

En septiembre del 2012 una chica de 16 años de edad fue violada en una fiesta de la Playa Unión. Seis jóvenes la violaron, sin embargo, cinco de los agresores fueron acusado por abuso sexual agravado con acceso carnal de dos o más personas. El fiscal a cargo de la investigación acordó un juicio privado con los agresores, en este juicio se planteó una pena mínima y la aceptación pública del crimen. Aparentemente, la víctima habría aceptado el acuerdo.

También se ha informado que el fiscal modifico la sentencia, paso del “abuso con acceso carnal” a “abuso sexual simple, agravado con la participación de dos o más personas”.  Fernando Rivarola argumentó que no existían pruebas suficientes para probar la violación tras siete años de que ésta fue presuntamente cometida.

Medios de comunicación aseguran que la participación de los agresores tampoco se ha podido confirmar en su totalidad.

“La acusación recae sobre tres de los cinco involucrados: Ezequiel Quintana, Leandro el Villar y Luciano Mallemaci. Los otros  dos, R.V. y T.S., quienes al momento del presunto abuso eran menores de edad, fueron sobreseídos. De T.S, una fuente asegura que “su participación era sumamente menor no cometió el presunto abuso”. (Vía: Infobae)

Se espera que estos pormenores sean resueltos por el juez Marcelo Nieto di Base, asimismo, tendrá que decidir si el acuerdo es legítimo. El caso de La Manada de Chubut fue difundido en redes sociales, según la denuncia anónima, el 17 de septiembre de 2012 la víctima había ido a una fiesta con unas amigas, la cual se realizó en la casa de los acusados, poco tiempo después perdió la consciencia, posteriormente, una de sus amigas al encontró en una habitación siendo abusada por cuatro hombres.

La joven también explicó que fue hostigada para no denunciar a sus violadores , inclusive tuvo que mudarse de casa para mantenerse segura y a su familia.

“A partir de ese momento empezaron sus intentos de acallarme tanto a mí como a mis amistades”, aseguró. Por esta razón, argumentó, junto a su familia debieron mudarse y abandonar Puerto Madryn. “Tuve que irme a vivir a otra ciudad como si hubiera sido responsable de la situación”, sostuvo. También reveló que intentó suicidarse. (Vía: Infobae)

Tras estas agresiones, la víctima recurrió a tratamiento psicológico y psiquiátrico, una vez que la joven encontró fuerzas se decidió a continuar con el juicio. Desafortunadamente, el fiscal a cargo calificó la violación como desahogo sexual. Es decir, los agresores saben que la víctima no otorga su consentimiento para llevar a cabo ninguna actividad sexual, por lo que la agreden.  Esta calificación podría considerarse como una violación a los derechos de la víctima. Tanto la investigación como el juicio siguen en proceso.