Mientras Cabify en Madrid regala viajes al personal sanitario con el programa “Cabify para Héroes”, en México la empresa pide a sus empleados que firmen una carta, de la que PODER tiene una copia, para reducir su jornada y salario voluntariamente. La app de transporte de origen español fundada por Juan de Antonio en 2011, llegó a México, Chile y Perú en 2012; y para 2016, el 80 por ciento de su facturación procedía de América Latina. La gestión frente a la pandemia del coronavirus parece ignorar la importancia de cada mercado.

El lunes 23 de marzo la filial mexicana de Cabify -Cabify Servicios, S. de R.L. de C.V- presentó a través de videollamada una carta a sus 53 trabajadores de planta (los chóferes no son empleados, sino asociados), para que, al firmarla, autorizaran a la empresa para que les pudiera dar “permiso de ausencia sin goce de sueldo” a través de reducir el tiempo laborable de 9 horas a 5 horas al día. Seis días antes, el martes 17 de marzo, todo el personal fue enviado a sus casas para trabajar en remoto mientras durara el teletrabajo.

Los empleados que se negaron a firmar la carta fueron invitados a renunciar. Alina Gómez Cid, coordinadora del área de on boarding en la Ciudad de México, es decir, la responsable de recibir a los conductores de Cabify en la ciudad, relata para PODER: “El martes (24 de marzo) me habla alguien de Recursos Humanos y me pregunta por qué no quería firmar la carta. Le dije que porque yo no vivo con la mitad de mi sueldo. Me intentaron persuadir, que había que ser un equipo, tener empatía con la empresa, dije que entendía pero que decidía no firmar la carta”.

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El lunes 23 de marzo la filial mexicana de Cabify -Cabify Servicios, S. de R.L. de C.V- presentó a través de videollamada una carta a sus 53 trabajadores de planta. Foto: PODER.

Agustín Jiménez Mijares, country manager de Cabify en México citó a Gómez Cid en las oficinas de la empresa el jueves 26 de marzo a las 9:00 am, para “explicar la situación de la empresa”.

Siguiendo la política iniciada el 17 de marzo y porque “me da miedo salir en transporte público con la pandemia” la aún empleada solicitó que se realizará la reunión por videollamada. Para ella la petición fue denegada, pero Carlos Aguerrebere, abogado del despacho Black Box, sí que pudo asistir remotamente a la reunión, donde le comunicaron a Gómez Cid que dado que no quería firmar el documento, habían decidido terminar su relación laboral con ella, y entregaron una propuesta de finiquito en lugar de una liquidación por despido, como correspondía.

En la reunión también estaba presente Alberto Lara, representante de Recursos Humanos en México, y en línea Juan Álvarez, director de la misma área. Fernando Montoya Escutia, representante legal de Cabify en México, no estuvo presente.

 

LIQUIDACIÓN NEGADA

“Les dije que no me correspondía un finiquito, sino una liquidación porque ellos me estaban desvinculando de la empresa. El abogado me dijo que si me iba a juicio, la Junta de Conciliación y Arbitraje tomaría en cuenta que por la COVID-19, la empresa no estaba en condiciones de cumplir ‘las expectativas de derecho’ de cuando me contrataron. También me dijo que ‘si piden referencias tuyas por parte de otro empleador, tu expediente no va a ser el de una terminación amigable’”, dice Gómez Cid. El recibo de finiquito, en posesión de PODER, incluso contabiliza como finiquito el pago de la quincena del 12 al 26 de marzo, pues hasta ahora no le ha sido depositado ese sueldo.

El finiquito tampoco contabiliza toda la antigüedad de Gómez Cid en la empresa, pues desde 2016 ella trabajaba en Easy Taxi, otra aplicación para transporte privado, que en 2019 fue comprada por Cabify. Cuando la compra fue hecha, el contrato de Gómez Cid con Easy Taxi fue absorbido por Cabify y la trasladaron desde Puebla a la Ciudad de México.

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El finiquito de Cabify tampoco contabiliza toda la antigüedad. Foto: PODER.

“La Ley Federal del Trabajo sí contempla que en estos casos por mutuo acuerdo se puede reducir el salario, pero son los empleados quienes deben solicitarlo. Lo que está haciendo Cabify es imponerles una carta que ni siquiera fue redactada por los trabajadores, y encima a quienes se niegan a firmar, los despide sin darles liquidación. La empresas que están siguiendo este modelo se están adelantando a lo que se permite por ley siempre y cuando haya una declaratoria de emergencia. Hasta el lunes lo que había hecho el gobierno eran recomendaciones, no declaratorias de emergencia”, dice Julio Sánchez, representante legal de Gómez Cid.

El abogado agrega que Cabify debió haber comunicado sus acciones como una propuesta, y antes de mandar a sus trabajadores a hacer teletrabajo.

Así como Gómez Cid fue citada por negarse a firmar la carta, Ángel Jiménez, on boarding associate, también fue citado ante su negación, pero él sí aceptó el finiquito otorgado por Cabify. La conversación tampoco estuvo libre de intimidaciones. “Les pedí una carta de recomendación y prácticamente me dieron a entender que si no firmaba el finiquito, no me la daban”, relata Jiménez para PODER.

Jiménez asegura que la empresa explicó a los empleados que la reducción en los sueldos sería aplicada “por líneas, del 1 al 7. El uno siendo un descuento del 25 al 30 por ciento y el 7 para los altos directivos del 55 al 70 por ciento, dijeron. Pero en el caso de la línea 1, con un sueldo de 7 mil 500 pesos libres, con la reducción quedaba en 5 mil pesos, casi el mínimo”, dice el ex empleado de Cabify, quien recibió menos dinero de finiquito que sus compañeros despedidos en septiembre de 2019, a pesar de tener más tiempo de antigüedad.

No es la primera vez que Cabify se ve envuelta en una polémica en México. En septiembre de 2019 hizo un recorte de su planilla, aunque en esa ocasión sí liquidó según lo que marca la ley. También el año pasado el fideicomiso privado Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón, del que forma parte junto con Uber, fue sujeto a revisión por parte de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) de la Ciudad de México, pues la secretaría no podía acceder al mismo y hacer uso de los recursos allí recaudados, que representan el 1.5 por ciento de cada viaje.

 

 LA AYUDA EN ESPAÑA

A diferencia de lo que Cabify hizo en México, en España, donde hasta el 30 de marzo había 85 mil 195 personas diagnosticadas coronavirus y 7 mil 427 defunciones, inició un proceso conocido como Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), avalado por las leyes españolas. Es decir, en lugar de obligar a sus empleados a firmar voluntariamente o ser despedidos, se les presentó un “paquete de medidas colectivas para afrontar la contención del COVID-19”. Incluso, según el diario El Español, en el escrito, “la empresa explica que no se verán afectados por este proceso empleados que han comunicado a la compañía causas de excepcionalidad aprobadas por el comité ejecutivo”.

En el último trimestre de 2019, Cabify reportó por primera vez utilidades por un valor de 2.7 millones de euros. Entrar en rentabilidad supuso un hito para las compañías de la industria, donde operan también Uber y Lyft. “Nuestro reto en 2020 es reforzar esta estrategia de sostenibilidad financiera”, dijo Juan Ignacio García, director financiero de la compañía a El País6. Por su parte el fundador, Juan de Antonio, aseguraba que los números, así como su valuación de 1,400 millones de dólares, “confirma la sostenibilidad de nuestro modelo de negocio”.

Ante solicitud de entrevista, Cabify compartió su postura con PODER, en la que aseguran que ante la pandemia de COVID-19, “hemos tomado algunas medidas para salvaguardar la seguridad laboral de nuestros empleados, dadas las circunstancias por las que atravesamos como sociedad en temas de salud. Dentro de este esquema, nuestras resoluciones nos permitirán continuar sin la necesidad de hacer un recorte de personal, como lamentablemente ha sucedido en otras industrias. Esto lo hemos hecho con el objetivo de seguir contando con toda nuestra plantilla laboral disponible una vez que hayan pasado los efectos de esta pandemia y nuestras operaciones se hayan normalizado”. También informaron que por respeto a la privacidad de los colaboradores, no pueden dar más detalles sobre las implementaciones.

En la web de Cabify explican los principios que guían la empresa, dentro de los cuáles se puede leer que “Confiamos, comunicamos y desarrollamos. Aprendemos entre nosotros”, “Contribuimos y nos comprometemos.”, “Buscamos que nuestras acciones tengan un valor positivo.” o “Somos humildes y positivos. Y constructivos ante los errores y la adversidad.”. El de “En momentos de crisis global te obligaremos a renunciar si no aceptas los recortes”, no aparece.