La ciudad china de Shenzhen decretó una prohibición de comer animales silvestres, con el fin de impedir futuras epidemias como la actual pandemia de COVID-19, se informó este jueves. (02.04.2020)

El origen del virus, detectado por primera vez en diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, fue rastreado hasta un mercado de alimentos local donde se vendían animales silvestres tales como pangolines y civetas, además de alimentos más convencionales como pollo y pescado.

El consumo de animales silvestres es considerado incluso más popular en el sur, donde se encuentra Shenzhen. Se cree que personas que comieron animales silvestres o trabajaron con ellos en zonas cercanas a Shenzhen fueron los primeros en propagar el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002 y 2003, después de contagiarse con murciélagos infectados.

Tampoco perros y gatos

Las regulaciones de Shenzhen prohíben de manera permanente el comercio y consumo de animales silvestres, rebasando la prohibición temporal emitida por el gobierno central al inicio de la actual pandemia. Además de víboras, lagartos y otros animales silvestres, también se prohíbe por motivos humanitarios el consumo de carne de perro y gato, por mucho tiempo una especialidad local.

La prohibición contempla multas mínimas de 150.000 yuanes (21.400 dólares) que suben considerablemente dependiendo del valor de los animales decomisados. Autoriza que continúe la cría de animales silvestres con fines medicinales, lo que ha suscitado críticas de que se trata de una actividad cruel e insalubre, aunque se prohíbe el uso de esas especies como alimento.

China Huaibei Einkäufe im SupermarktEn esta foto tomada el 20.02.2020, dos empleados de un supermercado de la provincia china de Anhui (oriente) conversan sobre los productos que ahí se ofrecen.

China, donde el primer paciente fue detectado oficialmente en diciembre, ha registrado 3.316 muertes y 81.554 casos de COVID-19, según las cifras publicadas. La cifra de víctimas es inferior a la de Estados Unidos, donde la epidemia hasta ahora ha matado a más de 5.000 personas, según el último recuento de la Universidad Johns Hopkins.

El número de fallecidos en Estados Unidos aún sigue siendo inferior a los de Italia y España. A las 02:35 GMT del jueves, la cifra de decesos por el virus se ubicaba en 5.116 y los contagios en 215.417 en todo el país.