El primer día de audiencia contra Rosario Robles Berlanga, secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en la pasada administración federal, concluyó sin que fuera vinculada a proceso por su presunta responsabilidad en omisiones por el desvío de cinco mil 53 millones de pesos.

La Fiscalía General de la República (FGR) que fungió como la parte acusadora, la dejó ir sin que solicitara ninguna medida cautelar como el retiro de su pasaporte, luego de que fuera citada nuevamente continuar con el desahogo de pruebas hasta el próximo lunes a la 18:00 horas.

Tras la concesión del aplazamiento de la audiencia, el juez de control se dijo sorprendido de que no se le hayan solicitado medidas cautelares por parte de la FGR.

“Estaré ahí de manera voluntaria para hacer frente a todas las acusaciones”, atinó a decir la funcionaria federal en la pasada administración federal.

Será hasta el próximo lunes cuando el juez decida si es vinculada o no a proceso.

En la jornada que inició desde la once de la mañana, la FGR presentó los argumentos de José Antonino, María del Carmen Gutiérrez Medina y Marcos Salvador Infante Ibarra, como parte de las pruebas con las que la buscó vincular el desvío de recursos cuando Robles se desempeñó como titular de ambas dependencias.

Entre los años 2014 y 2017, sus subalternos, entre ellos, su exoficial mayor en ambas dependencias, Emilio Zebadúa, firmaron al menos 27 convenios y contratos de colaboración con algunas universidades estatales, en la que se presentaron diversas inconsistencias como la falsificación de firmas, usurpación de funcionarios y de contratos.

Los fiscales indicaron que Zebadúa, quien recientemente fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública (FGR), los citaba en un domicilio de Polanco para decirles que todo estaba bien y que Robles estaba enterada de todos los movimientos.

Ante estos hechos la FGR buscará vincularla a proceso por “uso indebido del servicio público” sustentada en la denuncia de los testigos, quienes además reiteraron que la funcionaria conoció de las denuncias, pero decidió presentar recursos legales en contra de estos funcionarios.

“Estoy seguro que en el proceso que se le sigue a Rosario Robles, imperará la justicia. Quien nada debe, nada teme”, espetó su abogado Julio Hernández Barros, quien señaló al filo de las tres de la tarde que el juez otorgó un receso de dos horas “debido a que los ministerios públicos de la FGR no estaban preparados para responder los requerimientos de la defensa”.

Además, dijo que su cliente se encontraba fuera del país cuando conoció del proceso que se sigue en su contra, por lo que decidió volver para resolver su situación jurídica.

Robles Berlanga ingresó al área de juzgados una hora antes de la cita, a las diez de la mañana, donde omitió dar declaraciones a los medios de comunicación que vigilaron su ingreso. “Aquí estoy como lo prometí, vengo a dar la cara”, dijo Robles por mañana, antes de entrar al Reclusorio Sur para cumplir con su citatorio.

En el área de ingreso del penal ubicado en la alcaldía de Xochimilco, transportistas de la desaparecida Ruta 100, liquidada cuando fungió como jefa de gobierno capitalina, le gritaron “¡corrupta!”.

La extitular de la Sedatu, abandonó el área de juzgados federales al filo de las tres de la tarde a bordo de una camioneta, al que volvió dos horas después del receso y sin que rindiera alguna declaración. Volvió a salir a las 9:34 de la noche, cuando se dio a conocer que fue citada a la continuación de la audiencia nuevamente para el próximo lunes.

Por la mañana, también tramitó un juicio de amparo en contra de cualquier “orden de aprehensión y/o comparecencia y su ejecución”. La petición de amparo fue promovida ante el Juzgado Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, donde se le asignó el número de expediente 670/2019, pero no ha sido admitida a trámite.