Por: Yesicka Ojeda | El Imparcial.

Guaymas.- Cada año, los accesos a las playas de Guaymas y San Carlos se reducen por la construcción de desarrollos inmobiliarios turísticos, palapas o el cercado de terrenos, sin considerar accesos libres a los bañistas.

En Guaymas, el cierre de playas inició en Miramar, con la construcción de más de 50 casas residenciales en zona federal, y aunque en un principio los propietarios dejaron accesos libres al balneario, con el paso del tiempo optaron por cerrarlos, argumentando daños y robos en sus propiedades.

El Gobierno del Estado creó la playa pública de El Veneno dotándola de baños, palapas y regaderas; sin embargo las personas que acuden en carros deben pagar de 20 a 30 pesos por el estacionamiento que maneja el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.

Durante el trienio 2000-2003, que presidió el extinto Bernardino Cruz Rivas, el terreno contiguo al balneario El Veneno se cerró por completo, lo que ocasionó por años inundaciones en los fraccionamientos cercanos, al acumularse el agua de la lluvia en los límites de la barda, obligando a los dueños abrir una parte.

En San Carlos Nuevo Guaymas, este problema existe en la playa El Caracol y la Marina Real, la cual pocos turistas conocen debido a que los propietarios de las casas residenciales que se construyeron en los alrededores tienen acceso controlado.

En la playa Los Algodones, con la edificación de hoteles, empezaron los problemas, pues los guardias de seguridad mantenían cerrados los accesos a la orilla de la playa para evitar que ingresaran personas que no eran huéspedes.

En los límites de Los Algodones y La Manga, se cerró el acceso para cobrarles a los automovilistas que acuden a los restaurantes que se construyeron a la orilla de la playa.

Y en el área de dunas de Los Algodones, la cual es de las más visitadas en Semana Santa y el verano en San Carlos, empezó a cerrarse en la administración 2012-2015 de Otto Claussen Iberri, de forma intermitente para exigir un cobro de 20 pesos por carro, pero cuando el Municipio los descubría con la fuerza pública los obligaba a dejar estas prácticas.

En el trienio de Lorenzo De Cima Dworak (20015-2018) se les permitió a los dueños el cierre total de la playa y el cobro de 30 a 50 pesos por vehículo, sin ofrecer el Municipio un camino alterno para que los bañistas pudieran ingresar la playa.

En este mismo trienio, se inició la construcción de una palapa en la playa San Francisco, de San Carlos, la cual fue suspendida por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente por carecer de la documentación requerida, dando paso al cierre de otros espacios contiguos.

Y antes de finalizar la administración de De Cima Dworak, se le presentó el proyecto de la construcción de un desarrollo inmobiliario turístico en la playa Piedras Pintas, de San Carlos, la cual fue suspendida al iniciar este gobierno por la falta de licencia de construcción, pero al obtenerla reinició los trabajos.

Por lo anterior, una parte de la playa Piedras Pintas quedará con acceso controlado sólo para las personas que habiten en ese complejo habitacional turístico, y el resto de la playa estará libre hasta que su propietario decida construir.

CIERRE AFECTA A SAN CARLOS

El cierre y cobro de accesos a las playas de San Carlos afecta a los prestadores de servicios, que año con año se esfuerzan en promocionar el destino turístico dentro y fuera del País, consideró Ariel Gaspar Osuna.

El prestador de servicios en San Carlos señaló que aunque mantiene buena relación con los propietarios que cerraron el paso para cobrarles a los automovilistas su ingreso a la playa, está en contra de la medida.

Apuntó que el cobro de acceso no garantiza los servicios sanitarios, regaderas ni otros como existen en otros destinos de México, lo que causa una mala impresión para los vacacionistas locales y foráneos.

“Sí nos afecta, pero también tenemos que buscar el lado positivo, o sea si yo tengo cobros en los accesos hay que darles los servicios que se merecen, es decir, que paguen esos 30 ó 50 pesos y a cambio obtengan estacionamientos, sanitarios limpios, regaderas, sombrillas y otros”, opinó.

Los visitantes regionales y extranjeros que acuden durante la Semana Santa y el verano, dijo, representa el 70%, y en su mayoría no regresan por esa mala publicidad.

DEBEN GARANTIZAR LIMPIEZA 

Para que los propietarios abran los accesos a las playas que por ley están obligados, la directora de Desarrollo Económico y Turismo, Yadira Cota Lugo, consideró que primero es necesario garantizarles que sus predios permanecerán limpios.

Sin mencionar la afectación que ha alcanzado la reducción de los accesos a las playas, subrayó que trabajan en la elaboración de un reglamento que tiene por objeto establecer derechos y obligaciones para un disfrute responsable.

ACCESOS LIBRES 

Los desarrollos inmobiliarios turísticos que se realizan en las playas de San Carlos deben dejar accesos libres a los bañistas, opinó el director de Infraestructura Urbana y Ecología, Víctor Marín Martínez.

El funcionario municipal informó que la construcción turística que se construye en la playa Piedras Pintas fue suspendida al inicio por no contar con la licencia de construcción y al regularizarse se le pidió al propietario mantener el libre tránsito.

Subrayó que a un costado del mirador, se detuvo la edificación de la segunda etapa de un fraccionamiento residencial por no tramitar los permisos correspondientes en el Municipio.

“De la construcción de Piedras Pintas ya pagaron y presentaron la documentación, y le pedimos que dejaran el paso libre a la playa, yo le exigí eso, en la que está por el mirador ahí no tenía ni expediente del proyecto y seguía avanzando, por eso la paramos”, aseguró.

PROFEPA VIGILA  

Aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente tiene operativos permanentes para evitar que se obstruya el libre tránsito a las playas, en Guaymas y San Carlos no han logrado evitar que los dueños de los terrenos incumplan.

Durante el trienio anterior, se le solicitó al Municipio que habilitará un camino alterno a la playa Los Algodones para que los bañistas no tuvieran que pagar por accesar, sin embargo la petición fue ignorada por completo.

Aunado a esto, se sancionó a las personas que mantenían las carpas en la orilla de la playa, obstruyendo la visibilidad de los bañistas, por instalarlas a menos de 20 metros de la última marea, que es lo especifica la ley.

La dependencia federal aseveró que la construcción que se suspendió en San Francisco aún no ha sido liberada, pues los dueños mantienen una pugna para no pagar la multa que les impuso por impacto ambiental.

Mientras que en la que se realiza en Piedras Pintas al ser verificada comprobaron que contaba con la licencia de impacto ambiental, la cual debe incluir los accesos libres a los bañistas.

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