Agresiones, abuso sexual y visionado de videos pornográficos.

Miles de menores inmigrantes instalados en centros de detención en Estados Unidos son víctimas de todo tipo de abusos, según datos presentados ante la Cámara de Representantes de EE.UU. por el congresista demócrata Ted Deutch.

La información ofrecida por el político revela que, entre los años 2014-2018, el Departamento de Salud de Estados Unidos recibió más de 4.500 denuncias de abuso sexual sobre menores inmigrantes detenidos.

Al parecer, el Departamento de Justicia recibió otras 1.303 denuncias adicionales de abuso sexual sobre menores no acompañados durante el mismo período.

Durante una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Deutch señaló que al menos 154 de las denuncias son en contra de trabajadores de las propias instalaciones.

Fin de las recomendaciones.

“Estos documentos demuestran que durante los últimos tres años hubo 154 acusaciones de agresiones sexuales perpetradas por trabajadores sobre menores acompañados, déjenme repetirlo, trabajadores sobre menores no acompañados“, declaró Deutch con indignación.

“Esto supone, de media, una agresión sexual perpetrada por alguien del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) sobre un menor no acompañado por semana”, precisó.

La audiencia del comité, que se centró en la política migratoria de “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump que llevó a que miles de niños inmigrantes fueran separados de sus familias, contó con el testimonio de Jonathan White, subdirector del programa infantil de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que pertenece al Departamento de Salud y Servicios Humanos.

White clarificó que dichas acusaciones no son contra personal del HHS sino contra contratistas que son pagados por el HHS para gestionar los centros de detención de menores inmigrantes.

“Haré esa clarificación. Pero no hace que lo ocurrido sea menos horrible”, respondió el congresista.

 

Reacción del HHS

Caitlin Oakley, portavoz del HHS, dijo que los refugios son gestionados por centros que ofrecen servicios de cuidado infantil con permisos de las autoridades del estado.

“La seguridad de los menores es nuestra principal preocupación en la gestión del programa de menores inmigrantes no acompañados”, expuso Oakley en declaraciones al sitio Axios, el primero en informar sobre los documentos.

“Cada uno de nuestros concesionarios que gestionan los refugios está autorizado por los correspondientes servicios de cuidado infantil del estado. Además de los estrictos estándares que aplica la ORR, los controles de antecedentes de todos los empleados son obligatorios.

“Estos son niños vulnerables en circunstancias difíciles”, añadió Oakley,

“Cuando se hacen acusaciones de abuso, agresión sexual o abandono, se toman en serio y la ORR actúa rápidamente para investigar y responder“, indicó la portavoz del HHS.

Según Axios, las denuncias incluyen relaciones sexuales, la exhibición de videos pornográficos a menores y tocamientos forzados.

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