De cara al nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el desconocimiento a las recientes elecciones en las 36 secciones del sindicato petrolero calificadas como “amañadas”, los integrantes del Movimiento Nacional de Transformación Petrolera realizaron una denuncia de hechos contra el líder, Carlos Romero Deschamps, por diversos delitos.

 

 

 

 

Entre las imputaciones se encuentra lavado de dinero, corrupción, tráfico de influencias, huachicoleo o robo de combustible en Pemex, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito, secuestro y desaparición forzada de trabajadores del sindicato.

Esta denuncia fue entregada al próximo titular de la Secretaría de Seguridad Publica y Ciudadana, Alfonso Durazo. A la par, la líder del movimiento, María de Lourdes Díaz Cruz, Lula, también candidata a la Secretaría General del sindicato informó que, a fin de respaldar el arribo a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, este 1 de diciembre, acudirán al Hemiciclo a Juárez a las 09:00 horas para realizar una movilización por la democracia sindical.

A esta convocatoria se prevé que acudan representantes de las 36 secciones sindicales, mismos que ya evalúan los recursos legales que interpondrán para la anulación de las pasadas elecciones, y con la llegada del nuevo Gobierno electo y su próxima titular de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, efectuar nuevas elecciones libres y secretas dentro del gremio. Lo que serían los primeros pasos para expulsarlo.

En esta denuncia de hechos, que posee ContraRéplica, Lula Díaz, en nombre de los trabajadores petroleros, solicitó a las autoridades y próximo Gobierno “que se proceda de manera congruente a la gravedad y alcance de los actos denunciados con el fin de que se persiga de oficio, por tratarse de delincuencia organizada un hecho grave y de delitos que vistos en lo individual, como en su conjunto, no prescriben en lo esencial y que pueden configurar delitos en contra de la moral y la patria”.

Denunció que el líder petrolero, “amparado en el poder del fraude en las elecciones de 1988, Romero Deschamps usurpó la Secretaría General del Sindicato en 1993, mediante la fuerza, engaño, mentira y traición.

Además, lo acusan de estar vinculado con diversos secuestros y crímenes, “en 1991 fue secuestrado el trabajador Braulio Aguilar. En 2002 sucedió un “sospechoso accidente” donde trabajadores murieron en Salamanca, Guanajuato, horas después de que se reunieran y llegaran a acuerdos con el fallecido líder Jo quín Galicia La Quina, aseguraron los trabajadores.

Otro de los señalamientos es su aparente nexo con la desaparición en 2007 de 38 trabajadores del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), quienes demandaron mejoras salariales. Así como la venta de plazas y fichas que ha ocasionado que los agremiados vivan con miedo y temor por acoso e intimidaciones de gente allegada al líder petrolero con más de 22 años en la presidencia.

“Hay al interior de Pemex y del STPRM, infinidad de casos de mujeres que han sido víctimas de acoso, hostigamiento, explotación, chantaje, y hasta violaciones, que no han declarado por temor a represalias y a la violencia. Pareciera ser un paraíso de respeto de género, siendo todo lo contrario. Acusamos clara omisión con alta probabilidad de complicidad por parte de la dirección espuria del sindicato”, indicaron.

Lula Díaz afirmó que el poder de Romero Deschamps se terminó y con la entrada del nuevo Gobierno, los trabajadores petroleros recuperarán el sindicato. Ya que interpondrán los recursos necesarios para comprobar que faltó a la ley al impedirles elecciones limpias, además de que han sido sujetos a intimidaciones por los alfiles del petrolero, colocándolos en las 36 secciones del gremio.

“Hay casos repetidos de fraude electoral e imposición mediante el uso del miedo y amenazas de despido contra los trabajadores, violando sus derechos humanos”, concluyó.

POR LAURA ARANA

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