Canadá.- Canadá contraataca. El Gobierno de Justin Trudeau tiene ya definida la lista de bienes importados desde Estados Unidos a los que a partir de este domingo empezará a aplicar aranceles especiales, en respuesta a la política proteccionista de la Administración de Donald Trump. El anuncio se hizo este viernes en Hamilton, el principal centro acerero del país. La ministra de asuntos exteriores, Chrystia Freeland, dejó claro este viernes que la medida de retorsión es contenida, recíproca y equivalente a la acción estadounidense. “No buscamos una escalada, pero tampoco retrocedemos”, advirtió.

El Gobierno canadiense presentó la lista de productos estadounidenses que pagarán aranceles -de entre 10% y 25%- al cruzar la frontera a partir del 1 de julio, día de la fiesta nacional de Canadá.

El pasado 1 de junio, horas antes de que los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio entraran en vigor, la ministra Freeland y Justin Trudeau, primer ministro canadiense, anunciaron gravámenes por un valor total de 16.600 millones de dólares canadienses (unos 10.800 millones de euros), el equivalente al impacto de los aranceles fijados sobre Canadá en un año.

Freeland y Trudeau manifestaron que la medida se activaría el 1 de julio, dejando abierta la posibilidad de que Estados Unidos diera marcha atrás. Sin embargo, se acaba el tiempo y Washington no ha movido ficha.

Este viernes se ha hecho pública la lista detallada de productos con aranceles especiales. Además de los elaborados con acero y aluminio (incluyendo tubería, cables, puertas, clavos y ventanales), también destacan bienes como café, salsas, cosméticos, bebidas espirituosas, servilletas, almohadas y bolígrafos.

Freeland anunció también un paquete de apoyos para las empresas canadienses de aluminio y acero afectadas por los gravámenes del Gobierno de Estados Unidos. La ministra Freeland informó de que Ottawa destinará ayudas por cerca de 2.000 millones de dólares canadienses (unos 1.300 millones de euros), tanto en créditos como en proyectos de innovación y seguros de desempleo.

Los recursos serán distribuidos a través del Banco de inversiones de Canadá, la Agencia de desarrollo económico y el Fondo estratégico de innovación. También este viernes, François-Philippe Champagne, ministro de comercio internacional, visitó Saguenay (Quebec), donde se elabora gran parte del aluminio canadiense, para reiterar que el Gobierno federal ofrecerá el apoyo necesario a esta industria.

Justin Trudeau ha señalado en distintos foros que las medidas impuestas por Washington, bajo el argumento de defender la seguridad nacional, le parecen insensatas. Donald Trump respondió a las palabras de Trudeau al final de la cumbre del G7 en Charlevoix (Quebec), tildando al primer ministro de “deshonesto” y “débil” vía Twitter.

Freeland aprovechó la conferencia de prensa en Hamilton para reiterar la visión canadiense: “El pretexto de la seguridad nacional no solo es absurdo, es también hiriente. Los aranceles son ilegales en virtud de las reglas de la OMC (la Organización mundial de comercio) y el TCLAN (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Hemos presentado quejas para impugnarlos”. Asimismo, afirmó que Washington tiene la solución por medio de la anulación de los gravámenes.

La ministra Freeland dijo que el Gobierno canadiense está en constante comunicación con autoridades mexicanas y europeas, afectadas también por las medidas estadounidenses.

Igualmente evocó el TLCAN, afirmando que los tres países norteamericanos tienen la intención de intensificar las renegociaciones después de las elecciones mexicanas que se llevarán a cabo este domingo. Canadá responde a los gravámenes de Estados Unidos con medidas similares y tiende la mano a sus productores de acero y aluminio.

Sin embargo, no puede cortar los puentes con el país al que envía 72% de sus exportaciones. Y a todo esto, sobrevuela la amenaza de Trump de imponer 25% de aranceles a los automóviles importados.

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