Hermosillo, Sonora, junio 21 de 2018.- La Secretaría de Salud en el Estado tiene unidades especializadas para atender el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), desde la niñez hasta la adultez, informó Angélica Quiroga Soufflé.

La Directora del Centro Infantil para el Desarrollo Neuroconductual (CIDEN), señaló, en el marco del Día Latinoamericano del TDAH, que se conmemora cada 21 de junio, que al sospechar de este padecimiento se debe acudir con el médico en el Centro de Salud que corresponda para ser referido a cualquiera de las unidades especializadas en caso de ser así.

Las unidades especializadas de la dependencia estatal donde atienden este trastorno en la niñez, dijo, son el CIDEN y el Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES), así como la Unidad de Terapia del Adolescente del Centro de Higiene Mental “Carlos Nava” para los jóvenes.

Así mismo, agregó, para los adultos se cuenta con el Hospital Psiquiátrico “Cruz del Norte” y los Hospitales Generales en el Estado que cuenten con el servicio de psiquiatría, además, en los Centros Integrales de Salud Mental (CISAME), atienden a niños, adolescentes y adultos.

“El TDAH es un trastorno neurobiológico de carácter crónico que se caracteriza por una dificultad de mantener la atención voluntaria frente a actividades, tanto académicas como cotidianas, unido a hiperactividad  y  a falta de control de impulsos”, explicó la especialista.

La sintomatología, señaló, puede manifestarse de forma diferente según la edad del menor, la cual se presenta en su hogar y en la escuela; lo padecen tanto niños como adolescentes y adultos de todas las condiciones sociales, culturales y raciales.

Las expresiones o características más habituales de este trastorno, indicó, son cuando el menor se levanta continuamente del asiento, charlan con sus compañeros o hacen ruido, lo que ocasiona que interrumpan constantemente al profesor.

“Su dificultad de concentración hace que los menores se distraigan fácilmente, llevándoles a dedicar más tiempo de lo normal a la ejecución de las tareas escolares y a obtener rendimientos más bajos; consecuencia también de una mala memoria secuencial, produciéndoles dificultades de aprendizaje, tanto en operaciones aritméticas, como de lecto-escritura”, comentó.

Quiroga Soufflé puntualizó que la impulsividad que presentan los menores con el trastorno les suele llevar a un deseo de terminar las tareas lo más rápido posible, lo que provoca que cometan errores, se “coman” sílabas o palabras cuando escriben o leen, así como confundir unas palabras con otras.

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